El Sida es uno de los principales problemas de salud global en el mundo. Se trata de una infección que destruye progresivamente el sistema inmunológico de quienes la contraen.
Sus manifestaciones en el cuerpo varían según el paciente o la etapa que atraviese.
Estos son los signos y síntomas más frecuentes del Sida:
- Dolor de cabeza y garganta.
- Fiebre.
- Tos.
- Diarrea.
- Erupciones en la piel.
- Aftas, que son úlceras en la boca, a menudo dolorosas.
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
- Inapetencia.
- Pérdida de peso.
- Sudor excesivo.
- Dolor muscular.
En las fases más críticas o por la falta de tratamiento, se pueden presentar patologías graves como:
- Tuberculosis.
- Neumonía.
- Meningitis Criptocócica.
- Infecciones bacterianas graves.
- Tipos de cáncer, como linfomas o sarcoma de Kaposi.
- Encefalitis.
El Sida es transmitido a través de fluidos corporales, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales. La prevención juega un papel fundamental.
Recomendaciones para prevenir el Sida
Utilizar preservativos
Incluir siempre los preservativos –masculinos y femeninos– en los encuentros sexuales es una regla de ‘oro’. Usarlos adecuadamente resguarda de la transmisión del VIH en un 85 %, como mínimo.
Realizar pruebas de VIH y otras infecciones de transmisión sexual
Para quien se haya expuesto a un factor de riesgo (relaciones sexuales sin protección o una transfusión sanguínea insegura, por ejemplo), es recomendable hacer estudios que descarten el virus y otras infecciones de transmisión sexual.
No compartir agujas u otros materiales que puedan estar contaminados
Uno de las acciones que predispone al contagio de esta enfermedad es “compartir las agujas, jeringuillas, soluciones de droga u otro material infectivo contaminado para consumir drogas inyectables”, alertó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
