Kevin Grosskreutz, campeón del mundo con Alemania (aunque no jugó ningún minuto) se tatuó el trofeo de la Copa del Mundo tras conseguir el título.
El jugador del Borussia Dortmund ya se había tatuado los trofeos ganados con su club, haciendo de su piel una exhibición de campeonatos conquistados.
Grosskreutz, de 26 años, sólo ha disputado 5 partidos con la selección alemana.
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