La clasificación para el Campeonato del Mundo de Rusia arranca en Asia y lo hace de la mano del peor equipo del ránking FIFA: Bután, un país del Himalaya poco conocido por la gente, totalmente desconocido para el fútbol y que jugará con Sri Lanka su propia final.
A pesar de que el tiro con arco y el críquet son sus respectivos deportes nacionales, Bután y Sri Lanka tendrán el honor de abrir mañana una carrera en la que todo el orbe participará con la mente puesta en arrebatar a Alemania el título de campeones.
A Bután ser el equipo 209 de la lista de FIFA no le genera ningún complejo y tampoco ninguna relajación. Recorriendo el camino desde las alturas del Himalaya al litoral índico en Sri Lanka, la suerte ha querido que los últimos del mundo sean los primeros en luchar para llegar al mundial ruso.
Estando justo por detrás de la isla de Anguila (territorio británico situado en el Caribe) y las Islas Cook en la clasificación de la FIFA, no es extraño que las ruedas de prensa de Bután sean más una suerte de presentación en sociedad que una oportunidad para desentrañar estrategias e individualidades.
Pero eso no afecta a la moral de los hombres de Chokey Nima, que se ha tomado muy en serio la eliminatoria preclasificatoria que deben superar si quieren seguir enrolados en la aventura mundialista.
“Tuvimos una semana de entrenamiento en Tailandia, normalmente se necesitan dos, pero fue una semana que usamos de manera muy útil”, dijo hoy en Colombo el técnico butanés en la conferencia de prensa previa al choque en la antigua Ceilán.
El técnico además aseguró que el ránking mundial “no refleja” el verdadero desempeño del equipo, sino la escasa participación del país en competición internacional.
No le falta razón a Nima. El enfrentamiento con Sri Lanka será a doble partido y el que pierda no verá más competición mundialista hasta dentro de cuatro años.
A los jugadores, sin embargo no les preocupa eso, y confían en sus propias posibilidades.
“Tenemos un equipo joven, el más pequeño tiene 16 años y el mayor 28, no tenemos profesionales y la mayoría de los jugadores son estudiantes”, explicó el capitán del equipo Karma Shedrup Tshering.
“En Bután el tiro con arco es el deporte rey, pero el fútbol viene despuntando”, agregó, al referirse a un deporte que en su país no tiene liga profesional y cuyo torneo local apenas cuenta con seis equipos.
Los antecedentes del partido con Sri Lanka no pintan bien. En el último enfrentamiento en la Copa Asia Sri Lanka (173 del ránking de FIFA, no tan lejos del fondo) derrotó 5-2 a Bután. Además de contra los del Himalaya, cosechó nada halagüeñas derrotas contra Islas Maldivas por 8-2 o Afganistán 3-0 en sus últimas presentaciones oficiales.
Con el Mundial de Críquet en pleno desarrollo, un deporte que sí importa en Sri Lanka, país potencia en esa disciplina, es más que seguro que el estadio de Colombo presentará una pobre entrada, para felicidad del técnico butanés que hoy hablaba abiertamente del as que tiene guardado en la manga.
“Sí, no habrá mucha gente, pero hay estudiantes butaneses en Sri Lanka a los que hemos pedido que vengan a animar mañana”, dijo.
Más allá del destino de Bután rumbo al mundial de Rusia, después del partido de mañana “subiremos en el ránking mundial”, afirmó.
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