Cuando Cristian Jiménez acudió al Estadio Azteca con la esperanza de comprar boletos en taquilla nunca imaginó que sólo encontraría de dos precios los más caros y los más económicos para ver el América–Chivas.
Aún así al aficionado le sorprendió que los revendedores le ofrecieran boletos en zona preferente y zona general pero estos últimos salían más caros.
En taquilla se podían comprar boletos para todas las localidades tres horas antes y los primeros en agotarse fueron los de zona preferente que costaban 400 y en reventa eran ofrecidos entre 450 y 500.
A Jiménez le ofrecieron en 280 pesos las contraseñas que finalmente adquirió por 200 pesos.
“Es un clásico y como trabajo no había tenido tiempo de comprarlos hasta ahorita”, dijo y aseguró que durante todo el camino le ofrecieron boletos de reventa.
“No te conviene (comprarlos en reventa), te conviene cuando son de en medio y ya estaban agotados también”.
Los precios oscilaron entre los 200 y los 600 pesos en taquillas del inmueble mientras que los revendedores abundaban afuera de las taquillas o en las avenidas aledañas.
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