Gustavo Matosas se convirtió en uno de los entrenadores más codiciados de la Liga MX por su estilo agresivo para jugar y el bicampeonato que consiguió con el León, por lo que cuando se anunció su llegada al América los aficionados de las Águilas se emocionaron esperando un equipo agresivo, contundente y ganador.
Sin embargo, ha decepcionado a muchos ya que después de cinco jornadas del Clausura 2015 sólo ha conseguido dos victorias, dos empates y una derrota; además de que el funcionamiento del equipo no ha sido el esperado.
Ante esto analizamos cinco puntos por los que el América de Matosas no es el que todos esperaban
Pretemporada
Las Águilas no tuvieron pretemporada ya que el torneo acabó el 14 de diciembre, una semana después llegó el entrenador uruguayo y el equipo reportó hasta el 26 de diciembre. Además el Clausura 2015 empezó el 9 de enero, por lo que prácticamente el equipo no tuvo tiempo para prepararse y adoptar el sistema de Matosas.
Refuerzos
El equipo no lo armó el ex entrenador del León. Darío Benedetti, Miguel Samudio, Cristian Pellerano y Darwin Quintero fueron refuerzos que solicitó Antonio Mohamed o que la directiva amarró antes de que Matosas arribara al Nido.
Baja productividad goleadora
Pese a que las Águilas cuentan con varios atacantes de renombre sólo han conseguido seis anotaciones en cinco encuentros. Oribe Peralta y y Darío Benedetto tienen dos goles y Darwin Quintero uno.
Cambio de sistema
Gustavo Matosas cambió por completo la forma de juego del América. De tener un sistema de ataque basado en dos hombres ahora cuentan con cinco atacantes; lo que limita al equipo en el medio campo tanto en funciones defensivas como ofensivas. Es decir, no hay quien controle el balón y surta a los atacantes; mientras que en la defensa no hay una barrera que logre frenar los ataques antes de la última línea.
Bajo nivel de juego
Varios elementos no han logrado alcanzar su nivel óptimo y entre ellos destacan Oribe Peralta y Darwin Quintero. El atacante del Tricolor se ha visto errático tanto con sus compañeros como frente al arco. Mientras que el ex santista se nota fuera de ritmo, en especial por jugar muy pegado a la banda y no detrás de los atacantes.
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