Después de haber arrancado la Liga Bancomer MX y de que México consiguiera la Copa Oro, parecía que las aguas se calmarían un poco para Miguel Herrera. Nadie imaginó el zafarrancho que vendría a continuación.
El líder de la Selección Mexicana apareció en todos los titulares del país por haber agredido a un periodista; todo por no comulgar con sus ideas y dar su opinión, tal vez tajante, pero con argumentos reales, acerca del funcionamiento del Tri a su cargo.
Una vergüenza para nuestro futbol promover la violencia en cualquiera de sus formas. Como si eso le hiciera falta a nuestro país, ya de por sí golpeado por demasiados incidentes políticos como la fuga del Chapo y tantas otras cosas. A esto hay que agregarle que la cara y el principal representante de nuestro seleccionado, no supo guardar la calma y se lanzó a los golpes e insultos rompiendo así con el código de la Federación Mexicana de Futbol y con su propia imagen.
A Miguel no lo quitaron de su cargo, él mismo fue quien decidió pasar del cielo al infierno en unos cuantos meses. Ahora sólo queda esperar para conocer quién retomará el cargo, recordando que el 9 de octubre se juega un partido crucial para la Selección mexicana, si es que quiere conseguir el boleto a la Copa Confederaciones. Y por si eso fuera poco, el comienzo de las eliminatorias para llegar a Rusia 2018, que dicho sea de paso, van a ser muy complicadas.
Dejando a un lado estos temas escabrosos que no podía dejar fuera de mi columna, el miércoles tuve la oportunidad de visitar por primera vez el Estadio Universitario en la final de ida de la Copa Libertadores. Y a pesar del empate a cero y de que mucha gente dice que el ambiente fue frío, para mí fue una experiencia deportiva inolvidable. Escuchar el Himno Nacional viendo las mantas con la bandera de México y la de Tigres con la leyenda “Somos México, somos Tigres”, fue para ponerle la piel chinita a cualquiera, sin importar cuál sea tu equipo.
Yo jamás negaría los colores de mis Águilas, pero no podría estar más de acuerdo en que para esta final #TodosSomosTigres. Soy americanista, pero como mexicana me encantaría ver a un equipo de mi país ganar el torneo continental más importante. Habrá quien me tache de villamelona, pero en la vida y en el fútbol todo es cuestión de enfoques. Sin duda vendrá un partido complicado en el Monumental, pero el plantel con el que cuentan los de San Nicolás de los Garza tiene los fundamentos necesarios para poder llegar a hacer historia.
Así las cosas, comienza una segunda jornada en el futbol mexicano en la que equipos grandes buscarán revertir las goleadas de la primera fecha. Chivas, Cruz Azul, Santos (actual campeón del futbol mexicano), Monterrey y América arrancaron con ausencias importantes en sus respectivos planteles pero también con funcionamientos futbolísticos que dejaron mucho que desear. Una jornada me parece muy poco todavía para poder hablar de lo que veremos en el torneo. Lo que sí es que para este fin de semana tendrán que demostrar un mayor nivel futbolístico antes de que se empiecen a generar mayores problemas, para alguno (no diré nombres), hasta de la porcentual. Cada punto ganado o perdido será importante para los de Guadalajara. Esperemos poder disfrutar una gran jornada futbolística este fin de semana y de un espectacular partido de vuelta de final de la Copa Libertadores.
TAMBIÉN PUEDES VER
26 fotos para festejar el cumpleaños de Victoria Azarenka
Decio de María, el “salvador de la Selección Mexicana”
Tendrán que pedir permiso para hacer novatadas
Guardiola ilusiona a los aficionados mexicanos