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* La ilusión de una ciudad que se comparaba con las de primer mundo se derrumbó, junto con miles de viviendas
La mañana del 22 de abril de 1992 fue diferente a todas las demás y sus secuelas aún perduran. A pesar de que ya pasaron 20 años, la fecha es parteaguas en la historia de la entidad. Familias destruidas, miles de damnificados, lesionados que aún sufren los daños de aquella fatídica mañana de miércoles de Pascua.
En menos de cinco minutos, más de trece kilómetros de calles desaparecieron por una serie de explosiones en el colector de aguas negras que corría por el subsuelo del sector Reforma.
Cifras oficiales hablan de 210 muertos y más de mil 500 heridos. Entre los sobrevivientes, las huellas aún son visibles, tanto físicas como psicológicas, y todos tienen una historia que contar.
LA GUADALAJARA DE 1992
A principios de 1992, Guadalajara atravesaba por importantes cambios: la ciudad no solamente cumplía 450 años, si no que además estrenaba la línea 2 del Tren Ligero.
Entre la ciudadanía se formaba la ilusión que La Perla de Occidente se convertía en una ciudad cosmopolita y se reafirmaba como la segunda en importancia del país, un ejemplo de ello fue que la Primera Cumbre de Mandatarios de América Latina ocurrió apenas unos meses antes y la sede fue el Hospicio Cabañas.
Aquel año también hubo elecciones locales. A principios de febrero, comenzó la turbulencia política después de la victoria del PRI en 122 municipios, incluyendo la alcaldía de Guadalajara. Terminaba la administración de Gabriel Covarrubias Ibarra y tomaba el cargo Enrique Dau Flores.
La llegada al poder no sería fácil: hasta marzo hubo manifestaciones de partidos políticos de oposición que declaraban ilegítimo el triunfo del tricolor. Sin embargo, la crisis política del PRI apenas comenzaba, las nubes de tormenta comenzaban a formarse.
Cronología previa a las explosiones:
En Guadalajara, las advertencias de una tragedia se asomaban desde muchos años antes:
25 de marzo de 1985:
Primera explosión del drenaje en calles de Guadalajara. Volaron 800 metros de la calle Sierra Morena.
Octubre de 1991:
Reportan estallido de tapaderas del drenaje en la colonia Valle del Alamo.
Lunes 17 de enero de 1992, 3:00 horas:
Vecinos de la colonia Valle del Alamo reportaron fuertes olores a gasolina provenientes del subsuelo de las calles Góndola, Rieles y Túnel. La fuga se originó de la gasolinera Tarahumara ubicada en Góndola y Lázaro Cárdenas.
20 de abril:
Vecinos de las calles 20 de Noviembre, Gante y Francisco Silva Romero se quejan de un fuerte olor a gasolina proveniente del drenaje. Refieren que el olor a combustible apareció 10 días atrás, pero se intensificó durante la madrugada. Sobre la calle Sierra Morena, en la colonia Monumental, vecinos también se quejan de olores a combustible.
20 de abril, 21:00 horas:
Botan las tapas de alcantarillas y testigos refieren que columnas de gases emanan de ellas. En la colonia Quinta Velarde, gran cantidad de cucarachas y ratas son vistas saliendo del drenaje, era tal que algunas tapizaban el pavimento.
20 de abril, 23:00 horas:
Se informó que la crisis en el sector Reforma fue controlada, sin embargo, una hora después, reapareció el olor a gasolina.
21 de abril, 3:00 horas:
Instalan vigilancia permanente en las calles de Reforma.
21 de abril, 9:30 horas:
El mayor Trinidad López Rivas, en aquel entonces Director del Cuerpo de Bomberos de Guadalajara, se traslada al cruce de las calles de Gante y 20 de Noviembre con doce elementos de tropa, donde ya trabaja personal de PEMEX y Siapa. Se informó por primera ocasión que la situación era delicada, millones de litros de combustible se estaba fugando y se dispersaron a través del colector que atraviesa el sector Reforma.
21 de abril, 10:30 horas:
El gobierno municipal y estatal exigieron que no se entrará en una situación de pánico y que una evacuación era innecesaria.
21 de abril, 16:30 horas:
Como autoridades desconocían el origen de la fuga, durante cuatro horas, trabajadores de Siapa y PEMEX vaciaron el agua de cuatro pipas en el drenaje para limpiarlo; mientras tomaban las primeras muestras para analizar la sustancia en los drenajes y que estaba combinada con el agua.
21 de abril, 20:30 horas:
Al finalizar la descarga las autoridades se retiraron, solamente permanecen en la calle de Gante cuatro bomberos y dos policías vigilando las alcantarillas destapadas.
21 de abril; 21:30 horas:
El olor no desaparece, por el contrario se intensifica; la situación comienza a tornarse más delicada y se informa de ello al alcalde Enrique Dau Flores.
21 de abril; 23:30 horas:
Dos horas después de la descarga de agua, mientras la crisis continuaba en el sector Reforma, sobre la avenida Lázaro Cárdenas, cerca de la planta de La Nogalera, se reportó una nueva fuga. La controlaron arrojando más agua al drenaje.
22 de abril, 3:30 horas:
Una tapadera de alcantarilla se botó sobre la calle de Río Bravo, hecho que causa alarma y motivó que al menos una oncena de bomberos se trasladaran al sitio. A menos de un kilómetro otro grupo de tragahumos vigilaba en el cruce de Gante y 20 de Noviembre.
22 de abril, 7:30 horas:
El mayor Trinidad López Rivas concede una entrevista a Jorge Aguila y Rosa María Ibarra, declara que aún no tienen los resultados de los estudios en PEMEX, pero en caso de que hubiera riesgo, procederían a la evacuación inmediata de la zona; por el momento “no había necesidad de ello”.
22 de abril, 8:00 horas:
El olor era insoportable en las casas y el nerviosismo entre vecinos aumentaba. Algunos, incluso, se fueron a refugiar a viviendas de sus familiares en otra zona de la ciudad.
22 de abril: 8:30 horas:
Se confirman resultados que habían sido divulgados por un medio local en la mañana. Datos de PEMEX informaban que había 100 por ciento de explosividad; inexplicablemente había 200 mil litros de hidrocarburos en el drenaje.
Sin embargo, la versión oficial no hablaba de gasolina, sino la acumulación masiva de gas hexano producida por la combinación de agua y otros químicos que iban a determinar.
El derrame se expandió por el colector e iba desde la Calzada Independencia hasta la planta de La Nogalera, por la ruptura del oleoducto que llegaba desde la ciudad de Salamanca. En cualquier momento podía estallar el drenaje.
22 de abril, 9:30:
Los medios trataban de calmar a la población y repetían los datos que divulagaban las autoridades. Trinidad López Rivas se retira de la calle Gante y deja seis bomberos destapado colaredas. La tragedia en Guadalajara estaba a punto de consumarse en una pacífica mañana de vacaciones.