Explosiones del 22 de abril: Era un miércoles de Pascua (II de III partes)

A las 10:09 del miércoles 22 de abril de 1992, 13 kilómetros de calles explotaron a causa de un derrame de millones de litros de combustible en el drenaje

REPORTAJE: Explosiones en Guadalajara de 1992: se desmorona la ilusión (I de III partes)

NOTA: Los niños genio quieren su día

* El día más negro en la historia de la ciudad que, desde entonces, jamás volvió a ser la misma

A 20 años, la herida aún no cierra. El temor y el dolor prevalecen en la sociedad tapatía y, aunque las nuevas generaciones ignoran lo sucedido e incluso personajes incómodos se esmeran por borrar este capítulo (o cuando menos reescribir la historia para eximir su responsabilidad), hay quienes luchan por recordar el daño, para que éste no se vuelva a repetir.

En la edición de ayer se narró cómo era Guadalajara en 1992 y cómo el olor a combustible en el drenaje era el augurio de una tragedia. El tufo a gasolina en el Sector Reforma tenía 10 días en el ambiente y hasta la mañana del 22 de abril, estudios de Pemex revelaron que existía un riesgo de explosividad del 100%.

A las siete de la mañana del miércoles 22 de abril, las autoridades indicaron que no había necesidad de desalojar la zona, a pesar del fuerte olor a gasolina que dominaba desde la calle de Aldama hasta la zona de La Nogalera. En entrevistas, las autoridades explicaron que la situación sería controlada en pocas horas. Nada más falso que eso…

LOS RELOJES SE DETUVIERON

Aunque eran vacaciones y a pesar del hedor a gasolina, muchos negocios estaban abiertos. Las calles cercanas a Gante y 20 de Noviembre habían sido cerradas a la circulación y algunos niños aprovecharon para salir a jugar. Las señoras hacían su mandado aunque no dejaban de preocuparse porque grifos de baños y cocinas derramaban gasolina pura.

CRONOLOGÍA DE LA EXPLOSIÓN

09:40: Personal del Cuerpo de Bomberos de Guadalajara mantenía la vigilancia y seguían destapando tapaderas para ventilar el drenaje e impedir la acumulación de gases.

10:00: Una partida de bomberos se retira para realizar otras actividades de monitoreo y tres de ellos permanecen en la zona de Gante, supervisando junto con policías.

10:09: La tragedia: Inicia la explosión en la calle de Gante y 20 de Noviembre, siguiendo el trazo del colector. Hacia el oeste por 20 de de Noviembre hasta Aldama y Calzada Independencia. Hacia el este llegó por la colonia Quinta Velarde y después de serpentear por la colonia Atlas, llegó a La Nogalera. A tres calles paralelas de Gante, la calle Violeta, también estalló.

En menos de tres minutos la onda expansiva recorrió 13 kilómetros de calles, destruyendo todo a su paso. Testigos relatan un estruendo brutal, con un impresionante eco. Otros menciona que hubo llamaradas.

Fincas colapsaban, vehículos volaban y caían en azoteas, la gente era lanzada al aire y después quedaban sepultados. El estallido atravesó avenidas importantes como la Olímpica, González Gallo hasta llegar a R. Michel

El día se transformó en noche pues una densa nube de tierra cubría las zonas siniestradas y manzanas aledañas. Cuando el polvo se disipó, quedaba una inmensa zanja a mitad de la calle. Gente herida trataba de levantarse y caminar, otros gritaban y varios estaban sepultados. Cuando regresó la lucidez, sabían que ocurrió lo inevitable; “ya explotó”.

10:12: Mientras que algunas personas corrían para protegerse, pues temían otra explosión, muchos vencieron sus miedos y se acercaron para ayudar a las personas que salían de los escombros. Arriban los primeros cuerpos de emergencia, paramédicos de la Cruz Roja Guadalajara.

10:15: La segunda de 13 explosiones que habría ese día se registró en Aldama y 20 de Noviembre. Según reportes, la última ocurrió a las 16:20 horas. Habría otros 30 estallidos menores en las siguientes 72 horas.

11:00: Se reportaban otros estallidos en puntos diferentes de la ciudad, uno en la calle de Jarauta, otro más cerca de Lázaro Cárdenas, pero resultaron tapaderas botadas por la presión de gases que continuaban liberándose.

11:30: Iniciaba el desalojo en colonias y barrios como Mexicaltzingo, Valle del Alamo, Nogalera, Zona Industrial, Ferrocarril y Morelos. El temor reinaba en la metrópoli.

12:00: Responsabilizan a la aceitera La Central, por derramar combustible en el subsuelo, PEMEX, en tanto, negó que su planta en La Nogalera tuviera algún tipo de culpa en lo sucedido.

12:15: En los cruceros de las principales avenidas, las brigadas comenzaron a pedir el apoyo para los damnificados, quienes fueron alojados en albergues provisionales habilitados en gimnasios, templos, auditorios y escuelas. El Ejército aplicó el Plan DN III.

13:00: Cientos trabajaban para rescatar a las víctimas, pero las manos eran insuficientes. La amenaza constante de nuevas explosiones impedían que los trabajos fluyeran con normalidad. Acondicionan el domo del CODE como morgue.

14:00: Guillermo Cosío Vidaurrí, gobernador de Jalisco, visitó la zona siniestrada, allí dijo que prestaría ayuda a los afectados, pero culpa a los habitantes del rumbo de haber sido ellos quienes provocaron la tragedia. Cita una frase que lo perseguiría el resto de su carrera: “hicieron lo humanamente posible, seguramente los habitantes de esta zona fueron advertidos, y así como a los niños se les dice no te subas a la barda, y desobedecen…”.

15:00: Hospitales del IMSS, ISSSTE y Sector Salud, no se dan abasto para atender a las miles de víctimas que llegan por ayuda.

15:30: Autorizan la entrada de maquinaria pesada a remover escombros, a pesar de que los rescatistas se opusieron, pues aún había personas sepultadas.

16:00: Llegó a Guadalajara el presidente de México, Carlos Salinas de Gortari. Después de pedir una evaluación de los daños, una de sus primeras declaraciones fue que se efectuaría una profunda investigación para encontrar a los culpables y exigía a la PGR que en menos de 72 horas se tuviera un balance completo de lo que aconteció.

19:00: El Presidente acompañado de varios miembros de su gabinete inician el recorrido de la zona siniestrada.

22:00: Visitó al Hospital Civil para ver a los heridos, a quienes les promete justicia y pronta ayuda.

23:00 horas: Mientras el rescate continuaba en la zona del Sector Reforma, para la medianoche se hablaba de 150 muertos y más de 400 heridos. Nadie se movía del lugar y los cuerpos asistenciales junto con los voluntarios permanecían en pie de lucha buscando cuerpos.

Ese miércoles de Pascua, Guadalajara cambió para siempre, los palabras de los políticos eran incapaces de consolar a la gente, las personas se volcaron a las calles y para los poderosos muchas cosas estaban por cambiar, pues se metieron con algo delicado: el dolor de las personas.

En cifras

210 muertos; testigos afirman que hubo más de mil.

1,300 lesionados, 600 de ellos de gravedad.

3,000 fincas dañadas

705 completamente destruidas.

98 manzanas siniestradas.

525 vehículos dañados.

Los testimonios

“Se escuchó la explosión, un sonido que no sé cómo describirlo… fue como el apocalípsis en un minuto… la casa se partió en dos”, Rita Vega, sobreviviente

“Estaba acostado en mi cama, en ese momento se vino sobre mí el techo. Mi madre murió; yo era hijo único y tenía 11 años de edad…”, Humberto Romano, apoyado por el gobierno de España después de perder a su madre

“Al momento de la explosión, el camión de la ruta 333 pasaba por Gante; ahí perdí el conocimiento”. Lilia Ruiz, quien salió proyectada fuera de un autobús, perdió su pierna

“Iba a visitar a mi mamá y me agarró la explosión en Gante. Vi polvo y el pavimento que se desprendía; quedé sepultada… llevaba a mi niña; ella acabó golpeada”, Micaela Morales, sufrió lesiones graves en la espalda

“Todo donde minutos antes entrevisté: las casas donde olía a gasolina, las señoras, la tienda, los niños, los bomberos… ya no existían”, José Luis Jiménez Castro, reportero de Notisistema

“Era realmente conmovedor recibir gente que se nos acercaba suplicando que buscásemos y encontrásemos a sus parientes: ‘…por favor rescaten a mis hijos. Los mandé temprano a la tienda y no regresaron’. La tienda estaba precisamente ahí”, Óscar Torre, rescatista

“Cuando llegamos, estaba una pipa volcada sobre la Calzada; entramos a la calle dañada y hubo otra explosión. Se vio puro polvo y los vehículos en el viento”, Jorge Zamora, periodista

Historia incierta

Con el paso de los años se han malinterpretado algunos datos y se debe en gran medida a la poca documentación en torno a la tragedia. Por ejemplo, algunos medios de comunicación y crónicas detallan que los daños a la ciudad ocurrieron de forma pausada, es decir, cada explosión destruía diferente zonas de la metrópoli.

Reportes periodísticos de la época, testimonios y documentos oficiales señalan lo contrario: en realidad, la primera explosión devastó la mayor parte de los 13 kilómetros y los estallidos consecuentes ocurrieron por el combustible y gases que aún estaban atrapados.

La mayoría de dichas explosiones ocurrieron en zonas ya siniestradas por el hecho inicial de las 10:09 horas.

Es por ello que, mientras se realizaban labores de rescate, los voluntarios trabajaban bajo presión, pues existía el riesgo que ocurriera una detonación donde ellos laboraban.

Incluso las cronologías varían y aunque se confirma que hubo explosiones posteriores, no existen bitácoras fidedignas de la hora y lugar de cada uno de estos hechos; por ejemplo, la cronología presentada por Wikipedia en la entrada Explosiones del 22 de abril, carece de fundamento.

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