Las autoridades no midieron el impacto que la escultura Sincretismo podría tener en la población católica, señaló el cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega. Estas declaraciones surgen tras la protesta que se realizó el pasado sábado en donde más de mil personas exigieron que la pieza de 5.2 millones de pesos sea retirada.
La obra del artista Ismael Vargas, que se ubica en el cruce de Federalismo y Juán Álvarez, ha generado polémica entre feligreses católicos. Algunas personas acusan que la imagen profana la figura de la Virgen de Guadalupe al fusionarla con Tonantzin Coatlicue, la diosa indígena.
El cardenal afirmó que la Arquidiócesis no tomará postura en torno al retiro o la permanencia de la escultura. Sin embargo, sugirió que las autoridades consideren las voces que están en contra de la imagen. “Toca a las autoridades el leer, interpretar, esa inquietud legitima que tienen estas personas de disentir y de expresarse”.
Robles Ortega, quien ha mostrado una postura moderada sobre la escultura, se dice convencido que la intención de la autoridad nunca fue molestar a la feligresía católica.
El autor de la obra, Ismael Vargas, le hizo llegar una carta al Cardenal en donde afirma que su único objetivo con la escultura era manifestar la fusión entre las culturas amerindias y la fe cristiana.
“Creo que la sola obra en sí, sin que nadie dé una explicación, sí perturba, sí inquieta a los sencillos; es decir, a los que no tienen la capacidad de trascender la obra de arte y el significado (…) Los más sencillos, los más humildes religiosos a la devoción de la santísima virgen acostumbrados a ver su imagen única, clásica, pues se ven como perturbados, confundidos, de esta interpretación que quiere ser artística”.
La escultura es la segunda de las 10 que se instalarán como parte del programa de Arte Urbano impulsado por el Ayuntamiento de Guadalajara.