El arzobispo emérito de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, de nuevo está envuelto en la polémica tras pedir a mujeres del municipio de Ocotlán que con su presencia no “echaran a perder” las celebraciones en honor al Señor de la Misericordia, parte de las fiestas patronales de Ocotlán.
Durante una misa la mañana de ayer, el prelado solicitó que las mujeres hicieran su peregrinación a parte, alejadas del contingente de hombres.
“¿Para qué se las echan a perder a los hombres? ¡Háganla aparte! Hay muchos días para que también las mujeres hagan su peregrinación, solitas y en silencio, hablándole al Señor en el corazón” mencionó Sandoval íñiguez, un mensaje que diversos sectores de la población criticaron acusándolo de machista.
En Ocotlán es una tradición la procesión del Señor de la Misericordia en la que solían participar más hombres que mujeres, sin embargo, en los últimos años y como un gesto de igualdad, cada vez se permite más la presencia de mujeres.
Sandoval Íñiguez afirmó que el motivo de la marcha se ha pervertido y que en lugar de ser una procesión en silencio, las personas llevan escándalo a través de la música y la danza “y las mujeres se quieren meter ahí», expresó el prelado quien desde 2013 fue designado arzobispo emérito de Guadalajara y su puesto sustituido por el arzobispo Francisco Robles Ortega. Pidió que la fiesta sea un evento de devoción y no sólo “pachanga”.
Sandoval Iñiguez también aprovechó el evento religioso para criticar la promiscuidad, los divorcios y el aborto.
Las fiestas patronales de Ocotlán
La Fiesta del Señor de la Misericordia se celebra desde 1847, tras un sismo que destruyó el municipio de Ocotlán y provocó 40 muertos.
“El domingo 3 de octubre de 1847, antes de celebrarse una Misa en el camposanto de la capilla de La Purísima Concepción en la ciudad de Ocotlán, en México, más de dos mil personas fueron testigos de una imagen perfecta de Jesucristo Crucificado que apareció en el cielo por más de 30 minutos” mencionan cronistas de la época.