Jalisco

Las esculturas más raras de Guadalajara y su significado

Abundan en la ciudad esculturas que pocas personas conocen su significado y la razón de su instalación; aquí ponemos como ejemplo algunas de ellas

Guadalajara tiene grandes esculturas y monumentos que la embellecen, pero hay otras que es difícil encontrar la idea original que trataban de exponer los autores.

Tanto Zapopan como Guadalajara están impulsando un programa de arte urbano y nos siguen dando ejemplos de obras a las que se les debe dar una segunda lectura para poderlas entender:

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Pluma

La obra del escultor Pedro Escapa fue concebida como un homenaje a los periodistas asesinados en México y se ubica en el cruce de Américas y Pablo Neruda. Desde un principio recibió severas críticas y se afirmó que en realidad era el Monumento a las plumas Bic o hay personas que incluso la llaman la Estatua del Cohete.

Inmolación de Quetzalcóatl


Una obra conocida de Guadalajara, ubicada en Plaza Tapatía, pero que pocas personas saben su nombre. La escultura de Víctor Manuel Contreras es la representación de lo que habría sido el final de la inmolación de Quetzalcóatl que, según cuenta la leyenda, bajó al infierno para llevar el fuego al sol y, así, iluminar toda la tierra en un acto. La pieza fue mandada hacer en 1982 porque al entonces presidente, José López Portillo, le gustaba la imagen de Quetzalcóatl.

Es difícil ver una serpiente en esta escultura pero es porque la cabeza de Quetzalcóatl nunca pudieron colocarla en la parte alta de la estructura por el peso y la dejaron cerca, en otra zona de Plaza Tapatía.

Escultura del Ágora Sor Juana

No, no es una escultura de la Virgen, ni de un caballero templario. La escultura que se encuentra en la Glorieta Chapalita es en honor a la poetisa mexicana Sor Juana Inés de la Cruz, y fue creada por el escultor portugués Gil Simóes en 1996. Muchas personas le llegan a llamar la Escultura del Sacacorchos por su forma, pero en realidad es un homenaje a la literatura femenina.


 

 

Conjunto escultórico

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Obra recién inaugurada por el ayuntamiento de Guadalajara en el Parque San Jacinto, las esculturas están conformada por bloques de concreto blanco apilados de distintas maneras y con algunas rocas encima. A decir del autor, José Dávila, busca simular un juego de pesos y tensiones, así como de la gravedad. La gente que ha visto las esculturas en el parque no le queda del todo claro que significan las estructuras.

 

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El pájaro amarillo

Obra en el cruce de Arcos e Inglaterra, fue creada por el escultor Mathias Goeritz en lo que era el ingreso de la colonia Jardines del Bosque en 1957 y una de las primeras piezas de arte urbano en la ciudad.

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Considerada por los expertos como pieza de gran contenido abstracto, muchos automovilistas y peatones siguen buscando, después de muchos años, la forma del ave.

 

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Arcos del Milenio

Estructura conformada por seis grandes arcos diseñados por el escultor Sebastián. Tiene 17 mil metros cuadrados, mil 500 toneladas de metal y 52 metros de altura. Este monumento comenzó a construirse en el año 2000. en el cruce de la avenida Mariano Otero y avenida Lázaro Cárdenas. Sin embargo, por cuestiones políticas, se dejó de invertir en la obra y nunca se concluyeron dos arcos faltantes. La escultura representaba la entrada del nuevo milenio a la ciudad.

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Los Cubos

Obra del autor Fernando González Cortazar ubicada en el nodo vial de Vallarta y Lázaro Cárdenas, fue creada en 1970 y representaba el crecimiento y desarrollo de la ciudad.

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La Hermana Agua

Obra del autor Fernando González Cortazar en el cruce de López Mateos Sur y Las Rosas, la escultura simboliza el agua que abundaba en la colonia Chapalita y la prosperidad del entorno. La fuente no siempre ha sido bien vista pues reemplazo una fuente original que era apreciada por amplios sectores de la población. Incluso Carlos Monsivais le llegó a llamar a la escultura Hermana Drácula.

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Estela contra el olvido

Instalada en el Jardín de San José de Analco en 2012, la escultura conmemoraba a las víctimas de las explosiones del Sector Reforma de Guadalajara. La pieza es del escultor Alfredo López Casanova. Muchas de las víctimas de las explosiones no les agradó la pieza, afirmando que era muy tosca la imagen de niños atrapados dentro de la figura.

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Cubo torcido

Una obra recién inaugurada en el parque Metropolitano es obra del escultor Gonzalo Lebrija. A decir del autor, conforme uno se ubica en distintas zonas, va cambiando de forma. La pieza se encuentra en la glorieta de Sebastián Bach y calle Independencia.

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Los Patinadores

Escultura de Gilberto Aceves Navarro, se ubica en avenida México y López Mateos. La pieza fue instalada en febrero de 2011 y a decir de las autoridades, el objetivo era promover la movilidad no motorizada en la metrópoli.

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