Después de 72 horas de iniciado el éxodo de habitantes de siete rancherías del municipio de Teocaltiche, en Los Altos de Jalisco, a causa de enfrentamientos entre grupos de la delincuencia organizada, este lunes autoridades estatales acudieron al poblado de Mechoacanejo donde se comprometieron apoyar en el restablecimiento de la seguridad por medio de vigilancia permanente entre autoridades estatales y militares.
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Mechoacanejo se convirtió en el núcleo a donde arribaron las familias desplazadas de los ranchos cercanos. Durante viernes, sábado y domingo, las acciones de organización y apoyo a los afectados corrió a cargo de la parroquia de El Divino Salvador en esta localidad.
El pasado viernes comenzó la salida de habitantes de siete rancherías ubicadas en los límites de Jalisco y Zacatecas ( Aguatinta, Los Pocitos, El Saucito, Rancho Mayor y Rancho Santo, El Rosario y Los Garcías) tras una confrontación que dejó una persona muerta y varios vehículos calcinados. En dicha refriega se usó incluso armamento de origen militar.
Esto derivó en la salida de 476 personas, entre ellos 115 niños, quienes abandonaron sus hogares ante la escalada de la violencia. Otras personas decidieron no dejar sus casas ante el temor de saqueos o la muerte de sus animales de granja.
La zona es un punto de confrontación entre células del Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa.
“Vamos a estar presentes con todos los elementos que sean necesarios, para recuperar la paz y la tranquilidad de este municipio. En esta delegación, ya cerca de los límites con el estado de Zacatecas es en donde ha acudido la población de varias comunidades que fueron víctimas de amenazas de enfrentamientos entre grupos criminales que tuvieron lugar el pasado viernes y que durante este fin de semana generaron que algunas personas por miedo a que la violencia continuara, se desplazaron de sus hogares dejando a sus casas y se vinieran particularmente a esta delegación (Mechoacanejo)”, señaló el gobernador del Estado, Enrique Alfaro.
El mandatario señaló que se instalará un esquema de seguridad de los tres niveles para reforzar la vigilancia en la zona y evitar nuevas confrontaciones entre los grupos delincuenciales.
Posterior a la visita de las autoridades, a lugar acudieron unidades que transportaron despensas a la zona afectada por la violencia. Dichas despensas fueron entregadas a personas que han sido desplazada por la violencia.
Acompañado de la presidenta municipal interina, Carolina Reyes, el mandatario estatal afirmó que la policía estatal instalará una base de operaciones permanente en el municipio, en coordinación con el Ejército y la Guardia Nacional, a fin de garantizar la presencia de uniformados
