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Después de haber conquistado el Parlamento egipcio, la barba, elemento característico de los islamistas, pretende franquear ahora otra barrera: un grupo de oficiales de la policía reivindica su derecho a dejar de afeitarse.
“Llevar barba es la ‘sunna’ (tradición) del profeta Mahoma y en la época actual de las libertades, nadie me puede impedir dejármela”, dijo hoy a Efe el general Yaser Goma, que trabaja en la administración general de las comunicaciones de la Policía.
Tras el auge de la tendencia islamista en la escenas política y social después de la Revolución del 25 de Enero, este general piensa que si el policía es barbudo, estará más cerca del hombre de la calle y servirá mejor a la patria.
Aunque siempre tuvo ganas de dejársela crecer, Goma anunció su intención de llevar barba en el primer aniversario de la Revolución para relacionar su decisión con la libertad que ha dado esta revuelta que acabó con los 30 años del régimen de Hosni Mubarak.
Sus compañeros le miraron con extrañeza y sus dirigentes le dieron el plazo de una semana para que decidiera si quería seguir así o no.
“Mis jefes hablaron conmigo y me dijeron que con mi barba violo la norma vigente en el Ministerio del Interior”, aseguró Goma, aunque señaló que hasta el momento no ha habido ninguna repercusión en el trabajo por su nuevo aspecto físico.
Antes de dejarse la barba, este general comprobó con otros compañeros islamistas que ni las leyes ni la Constitución prohíben a los policías no afeitarse.
“La policía es como cualquier departamento civil, no hay una ley clara sobre afeitarse, y por eso hemos escrito al ministerio para decir que hemos estudiado el asunto desde el punto de vista legal y que no hemos encontrado nada que lo prohíba”, insistió.
Hasta el momento, la respuesta del Ministerio del Interior ha sido suspender a algunos oficiales y abrirles una investigación.
Según Goma, hasta ahora hay cinco oficiales de la policía que han sido suspendidos de sus funciones.
“No hemos violado las leyes ni hemos obstaculizado el trabajo, sino que cumplimos nuestra función”, señaló Goma, quien condenó el hecho de que el Ministerio del Interior haya castigado a sus compañeros.
Para reivindicar su derecho a dejarse la barba, varios agentes han creado un grupo en Facebook llamado “Soy oficial de la Policía con barba”, que tiene 22.000 seguidores.
En su página, este grupo denuncia que fue objeto de injusticias por ser obligado a afeitarse cada día y violar así las enseñanzas del islam.
“En vez de dejar nuestros puestos para otros oficiales y personas a quienes no les importa servir a Alá, hemos decidido luchar hasta lograr todos nuestros derechos”, dice el grupo.
“Soy oficial de la policía con barba” no deja de recibir comentarios de apoyo y felicitación, además de mensajes en los que los internautas anuncian los nombres y cargos de más policías que se han dejado la barba.
Algunos seguidores del grupo se han comprometido a rezar para que Alá proteja a los policías barbudos, mientras que otros lamentan que varios oficiales fueron castigados por seguir los pasos del profeta Mahoma.
La polémica ha llegado incluso al Parlamento, donde el conocido diputado salafista (rigorista islámico) Mamduh Ismail condenó que el Ministerio del Interior haya suspendido a algunos oficiales por llevar barba, mientras que no ha detenido a los que mataron a manifestantes durante la Revolución.
“Cuando el Parlamento ve que hay un problema que afecta a un gran número de personas en un ministerio, tiene que resolverlo automáticamente, sin que ellos tengan que pedirlo”, comentó Goma.
Y remachó: “Si el Ministerio del Interior nos acepta así, entonces sí habrá cambiado. Pero si nos rechaza, eso significa que todavía mantiene su política antigua de utilizar el palo con nosotros”.
Como recuerda hoy el periódico egipcio “Tahrir”, antes la policía se dedicaba a perseguir a los barbudos. Ahora, los barbudos son ellos mismos.