Los superhéroes clásicos, reinterpretados: un proyecto fotográfico muestra la realidad de los latinos indocumentados en Estados Unidos en clave de sátira y con referencias a la cultura pop. Pero debajo, la intención de la autora es rendir homenaje a los “héroes silenciosos” que sostienen parte de la economía del país del norte.
La artista mexicana Dulce Pinzón trabajó durante cinco años en la selección de fotos que acaba de editarse como libro. En ese tiempo, retrató a sus compatriotas en sus espacios laborales reales. Cada imagen se acompaña de un dato: la cantidad de dinero que los migrantes envían a sus casas.
“Esta gente muchas veces trabaja un número extraordinario de horas, con sueldos muy bajos y con la necesidad de juntar dinero del que dependen familias enteras en México. Aunque no siempre se reconozca la importancia de las remesas, de ellas nos beneficiamos directa o indirectamente todos”, señala Pinzón a BBC Mundo.
El punto de partida del trabajo fue la revalorización del concepto de heroísmo que, según la autora, ocurrió en Estados Unidos tras el atentado a las Torres Gemelas, en 2001. “Pasó que la idea del héroe quedó asociada a los policías, bomberos y enfermeras, pero nadie jamás volteaba a mirar los aportes de los migrantes, especialmente los latinoamericanos”.
En el contexto de la cultura pop, un superhéroe posee poderes extrahumanos. Los migrantes, dice la autora, tienen los suyos traducidos a la vida cotidiana: no sólo la fuerza y la resistencia, sino “la capacidad de sobrevivir en situaciones extremas y sacrificar la vida para ayudar a los suyos”.
“Hubo una intención de romper con la tradición documental mexicana, con la típica foto blanco y negro de mirada condescendiente con que una y otra vez se habla de la migración”, señala la autora.
El discurso político detrás del proyecto de Pinzón destaca la doble dependencia entre los países: mientras que la economía estadounidense necesita de la mano de obra migrante, su vecino del sur tiene a las remesas como uno de sus motores. “Esta codependencia creo que es inmodificable”, opina ante BBC Mundo.
“Muchos de ellos han visto las fotos… otros, por la misma condición irregular en que viven, han tenido que mudarse y les he perdido la pista”, señala la fotógrafa.