Gretchen Molannen, una mujer que sufría de una enfermedad debilitante en la que tenía orgasmos constantes e incontrolables se suicidó después de años de lucha contra la enfermedad.
Molannen, de 39 años, fue encontrada muerta en su casa en Spring Hill, Florida, en un aparente suicidio.
Había sufrido un trastorno de la excitación genital persistente (TEGP) durante más de una década y media. No está claro cómo o cuando murió. La oficina del Sheriff del Condado de Hernando respondió a una llamada de suicidio en la noche del sábado y dos de sus amigos lo confirmaron.
El periódico The Tampa Bay Times había publicado un perfil de ella sólo una semana antes, en el cual hablaba de su trastorno.
“Yo tenía una vida diferente antes de que esta enfermedad me atacara. Estoy aterrorizada, no consigo descanso. Me encantaba la vida, pero me ha destruido. Esto no es vivir”, afirmó Molannen en un video.
La única forma en la que encontraba un poco de alivio era masturbándose durante horas y horas, algo que la llenaba de vergüenza.
A pesar de que tenía aspiraciones de trabajar como traductora, ya que hablaba francés, alemán y español, su condición no le permitía ejercer porque tenía que hacer frente a las exigencias físicas de su enfermedad.
Por eso dejó de laborar en 1999 y comenzó a pasar la mayor parte del tiempo en su dormitorio con su vibrador.