Un hombre armado abrió fuego el viernes en una escuela primaria de Connecticut donde su madre trabajaba como profesora y mató a 26 personas, entre ellas 20 niños, al disparar a su paso por dos aulas mientras los jóvenes estudiantes se encogían impotentes en el edificio.
El agresor, que portaba dos pistolas, se suicidó y un cuerpo fue hallado en otro sitio, lo que aumenta a 28 el número de muertos, informaron las autoridades.
El ataque, que sucede a menos de dos semanas la Navidad, es el segundo más mortífero en una institución educativa, superado sólo por la masacre del Virginia Tech que dejó 33 muertos en 2007.
Los padres llegaron en estado de pánico a la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown, que se encuentra unos 97 kilómetros (60 millas) al noreste de la ciudad de Nueva York, en busca de sus hijos. La policía pidió a los alumnos cerrar los ojos cuando salieran del edificio.
Una fotografía tomada por el diario The Newtown Bee mostraba a varios niños, algunos de los cuales lloraban aterrorizados, mientras algunos adultos los escoltaban hacia el estacionamiento, formados en fila y con una mano colocada en el hombro del compañero que iba adelante.
“Nuestros corazones están hoy destrozados “, dijo en la Casa Blanca el presidente Barack Obama, al borde del llanto y luchando por mantener la compostura.
Los menores y sus padres dijeron que los profesores se encerraron en las aulas con sus alumnos y les ordenaron ponerse de cuclillas en las esquinas u ocultarse en clósets cuando los disparos hicieron eco en el edificio.
Un oficial identificó al agresor como Adam Lanza, de 20 años e hijo de una profesora. Un segundo policía dijo que se cree que la madre del hombre, Nancy Lanza, murió.
El hermano mayor de Adam Lanza, Ryan, de 24 años y de Hoboken, Nueva Jersey, está siendo interrogado por las autoridades, dijo el primer oficial. Antes, un policía había identificado equivocadamente a Ryan como el agresor.
Ambos oficiales hablaron a condición de permanecer en el anonimato porque no están autorizados a hablar sobre la investigación en curso.
Stephen Delgiadice informó que su hija de ochos años se encontraba en la escuela y escuchó dos estallidos fuertes. Los profesores le ordenaron arrinconarse. La niña está bien.
“Es alarmante, especialmente en Newtown, Connecticut, que siempre se creía era el lugar más seguro de Estados Unidos”, dijo.
Mergim Bajraliu, de 17 años, escuchó el eco de los disparos en su casa y corrió a la escuela donde estaba su hermana de nueve años. Agregó que su hermana, que estaba bien, alcanzó a escuchar un grito por el intercomunicador. El joven agregó que los profesores estaban temblorosos y lloraban cuando salían del edificio.
“Todos estaban simplemente traumatizados”, dijo.
Mary Pendergast, que vive cerca de la primaria, dijo que su sobrino de nueve años se encontraba en la escuela al momento de la matanza pero que no resultó lastimado después de que su profesor de música le ayudó a ocultarse en un clóset.
Richie, el hijo de siete años de Richard Wilford, cursa el segundo grado en la escuela. El niño escuchó un sonido similar “al de latas que caían”, dijo su papá. El niño agregó que un profesor fue a ver qué era ese ruido, regresó, aseguró la puerta y arrinconó a los alumnos en una esquina hasta que llegó la policía.
“No hay palabras”, dijo Wilford. “Simplemente es el terror, la sensación del peligro inminente, llegar hasta tu hijo y estar ahí para protegerlo”.
La oficina del inspector escolar informó que se ordenó el cierre de las instituciones educativas en Newtown. Los colegios en los poblados vecinos también fueron asegurados por precaución.
La policía estatal informó que recibió una llamada de las autoridades de Connecticut, para reportar el ataque, aproximadamente a las 9:40 de la mañana (1430 GMT). Un equipo de elite de la policía se unió a numerosos agentes que acudieron a la institución.
Un despachador del Cuerpo de Ambulancias Voluntarias de Newtown informó que un maestro recibió un disparo en un pie y fue trasladado al Hospital Danbury. Andrea Rynn, vocera del centro médico, dijo que tenían a tres pacientes de la escuela pero no dio detalles sobre la extensión o naturaleza de sus lesiones.
Obama prometió medidas para prevenir que vuelvan a ocurrir este tipo de tragedias, pero no dijo cuáles serían.
La escena fue uno de los momentos más emotivos de la presidencia de Obama.
“La mayoría de los fallecidos eran niños; niños hermosos, pequeños, entre las edades de 5 y 10 años”, dijo Obama.
Hizo una pausa durante unos segundos para mantener la compostura mientras se le aguaban los ojos y se secó uno. A unos pasos, dos asistentes lloraron y se tomaron de las manos mientras escuchaban a Obama.
“Ellos tenían todas sus vidas por delante: cumpleaños, graduaciones, bodas, sus propios hijos”, continuó Obama sobre las víctimas. “Entre los caídos había también maestros, hombres y mujeres que dedicaron sus vidas a ayudar a nuestros hijos”.
NOTA: Según versiones extraoficiales, identifican a autor de masacre en escuela de EU
NOTA: Tirador de Connecticut habría matado a su padre antes de ir a escuela
NOTA: Tras tiroteo, Obama pide “hacer más como sociedad para no repetir tragedias”
