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El presidente, Enrique Peña Nieto confirmó que invitó a su Majestad Akihito, Emperador de Japón y la Emperatriz Michiko a visitar México en enero del 2014, a fin de conmemorar los 400 años del primer contacto entre México y el país asiático.
En su blog de la página de Presidencia de la República, el mandatario mexicano adelantó también que en esta su visita oficial a Japón buscará mayores intercambios en áreas como turismo, tecnologías de la información, automotriz, autopartes, eléctrico-electrónico y energías renovables.
Al iniciar su gira de trabajo por este país, que calificó como ejemplo de productividad y competitividad, el político mexiquense resaltó que en su recién concluido encuentro con la pareja imperial les hizo una invitación a visitar México.
Argumentó que en el 2014 se cumplen 400 años del primer contacto entre México y Japón; y hace cuarenta y nueve años, sus Majestades visitaron nuestro país.
“Me parece importante que este vínculo diplomático sea conmemorado, por lo cual extendí una invitación al Emperador y a la Emperatriz, para que el próximo mes de enero visiten México”, informó.
Apuntó también que en estos cuatro meses de lo que lleva su administración se han hecho inversiones de Japón en México, como la empresa JATCO, que el pasado mes de febrero anunció una inversión de 220 millones de dólares.
Dijo que México es el principal socio comercial de Japón en América Latina y la nación del sol naciente es el primer inversionista extranjero en territorio mexicano de los países de Asia-Pacífico.
“Japoneses y mexicanos somos socios estratégicos, tenemos grandes oportunidades económicas que aprovechar”, puntualizó.
ALMORZARON POR CASI DOS HORAS
El presidente, Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera concluyeron su reunión y almuerzo de casi dos horas con el emperador de Japón, Akihito y la emperatriz, Michiko, quienes fueron invitados a visitar México.
Con un estricto protocolo, el ejecutivo federal, su esposa y comitiva integrada por los secretarios de Economía, Relaciones Exteriores, Turismo y el director de Pemex arribaron en punto de las 11:40, hora local, al Palacio Imperial.
El mandatario mexicano ataviado con traje azul marino, corbata roja y su esposa con un vestido de seda azul rey con encaje, fueron recibidos por la pareja imperial, posteriormente sostuvieron una reunión privada y más tarde se trasladaron al salón de Audiencias en donde fue presentada la familia imperial.
Siguiendo al pie de la letra el protocolo establecido, la familia imperial invitó a la pareja presidencial acudir al salón Rennsui Sur, en donde el mandatario mexicano presentó su comitiva al emperador y a su vez, la primera dama hizo lo propio con la emperatriz.
La familia imperial ofreció al Presidente y su esposa un almuerzo y al término del mismo se dio por concluido el encuentro que duró poco menos de dos horas.
En su despedida, el mandatario mexicanos comentó al emperador Akihto: “Muchas gracias, yo insisto, espero verle en México muy pronto”, después se retiró junto con su esposa a bordo de una limosina negra y el resto de la comitiva en camionetas negras.
