El Tribunal de Apelaciones de Malasia ratificó la condena a la pena capital emitida contra los tres hermanos mexicanos González Villarreal por el delito de narcotráfico, que este país asiático ejecuta con la horca.
-Ratifican en Malasia sentencia contra mexicanos: Morirán en la horca
Los imputados aún pueden recurrir a la clemencia del Tribunal Federal y de la Monarquía.
Luis Alfonso, Simón y José Regino fueron detenidos el 4 de marzo de 2008 en una redada realizada por la Policía malasia en la ciudad de Johor, junto a un ciudadano malasio y otro singapurés.
En la operación policial los agentes de la brigada antinarcóticos se incautaron de unos 29 kilos de metanfetamina, una alijo valorado en 15 millones de dólares.
A continuación, se hace una cronología de este juicio en el que la defensa ha sostenido hasta el final que el proceso penal es inconstitucional a raíz de una supuesta manipulación de las pruebas materiales mientras estas se encontraban bajo custodia policial:
– 27 de abril del 2011: se inicia en el Tribunal Superior, en Kuala Lumpur, la primera vista del juicio en el que se acusa de narcotráfico a los tres mexicanos y a dos cómplices malasios. Comparecen en la sala dos hermanos González Villarreal y la esposa de Luis Alfonso, llegadas desde México unas pocas horas antes.
La Policía admite durante la sesión que un tercio de la droga requisada fue sustraída del almacén de la comisaría provincial de Johor Baru por varios agentes, que luego fueron investigados.
– 28 de abril del 2011: el Tribunal Superior aplaza el proceso penal para revisar el caso, tras admitir a consideración la petición de la defensa que expone algunas incongruencias detectadas en los listados de los peritos policiales sobre los materiales y productos químicos encontrados en la nave en la que su clientes fueron detenidos.
– 2 de junio del 2011: el tribunal desestima la petición de sobreseimiento tras estudiar el caso.
– 10 de junio del 2011: se reanudan las vistas con las declaraciones de varios agentes y expertos en química.
– 28 de junio del 2011: la defensa de los tres hermanos mexicanos logra que se aplace la declaración de estos, fechada para este día, después de que se admitiese la petición para que el caso sea revisado por el Tribunal Federal, una instancia judicial superior.
– 15 de agosto del 2011: el Tribunal Superior aplaza la vista del juicio a la espera de que el Federal decida si acepta a trámite el caso de narcotráfico donde están implicados los tres hermanos mexicanos.
– 28 de septiembre del 2011: nuevo aplazamiento a la espera de que el Tribunal Federal se decida si se han vulnerado o no los derechos fundamentales de los acusados.
– 25 de octubre del 2011: tras dos aplazamientos, el Tribunal Superior de Malasia permite a la defensa de los tres hermanos mexicanos que exponga ante el Tribunal Federal su argumento sobre inconstitucionalidad y los derechos vulnerados de sus clientes.
– 14 de diciembre del 2011: el Tribunal Federal desestima la argumentación de la defensa y ordena la continuidad del proceso en el Tribunal Superior.
– 8 de febrero del 2012: comienzan a testificar los acusados por narcotráfico y desde el banquillo declaran el singapurés Lim Hung Wang, el malasio Lee Boon Siah y José Regino, el menor de los hermanos González Villareal.
– 9 de febrero del 2012: el equipo de abogados de la defensa termina de exponer sus argumentos y testifican Luis Alfonso y Simón González Villareal, el mayor y el segundo de los hermanos mexicanos, quienes explican que aceptaron la oferta para encargarse de la limpieza de una nave industrial en Joho Baru, en la que fueron detenidos, mientras aguardaban un empleo en la vecina Singapur.
– 26 de marzo del 2012: el Tribunal Superior deja visto para sentencia el juicio.
– 17 de mayo del 2012: el magistrado Mohamed Zawawi Saleh del Tribunal Superior, conocido por el apodo del “juez soga”, halla culpables a los tres hermanos mexicanos y los dos cómplices y los sentencia a morir en la horca. La defensa anuncia que acudirá en última instancia al Tribunal de Apelaciones
– 14 de agosto del 2013: el Tribunal de Apelaciones ratifica en decisión unánime la sentencia a la pena capital.
A los tres hermanos mexicanos solo les queda pedir clemencia a la Corte Suprema y al rey.