El mexicano José Luis Ávila protestó hoy frente a la Casa Blanca por el encarcelamiento en México de su esposa Nestora Salgado, acusada del secuestro de un funcionario que había sido detenido por la policía comunitaria en Olinalá, Guerrero.
“Es una injusticia porque ella lo único que hizo fue organizar al pueblo”, dijo a Notimex Ávila, quien llegó a la capital estadounidense procedente de Seattle, donde él y su esposa tienen su lugar de residencia.
Salgado fue arrestada hace tres semanas por presuntamente secuestrar al síndico de la localidad de Olinalá, Armando Patrón, luego de que fuera arrestado por la policía comunitaria del lugar, que lo acusa de robo de propiedad y de encubrir el asesinato de dos ganaderos.
Ávila anunció la víspera que iniciaría una huelga de hambre, pero debido a que se está reuniendo con legisladores y activistas de derechos humanos tanto en Seattle como en la capital estadounidense, ha tenido que realizar la protesta de manera “itinerante”.
Explicó que su esposa es jubilada en Estados Unidos, pero viaja con frecuencia a Olinalá, en el sureño estado de Guerrero, donde en octubre pasado ayudó a crear un cuerpo de policía comunitaria luego de presenciar un aumento en la actividad criminal en el pueblo.
Recordó que la Ley 701 del estado de Guerrero otorga la facultad de organizar policías comunitarias, apegadas a usos y costumbre de la población, si el gobierno estatal no puede garantizar la seguridad.
“Mi esposa habla claro y franco y eso no les gusta a muchos políticos, al crear la policía comunitaria se interfirió con los malos negocios que ellos estaban practicado en el pueblo”, resaltó.
Denunció que desde hace varios meses su esposa recibió amenazas de muerte a fin de disuadirla para que dejara su liderazgo en el pueblo y añadió que las acusaciones de secuestro en su contra son sólo una maniobra para quitarla de en medio.
Ávila sostuvo que el síndico se negó a actuar como autoridad para recoger los cuerpos de dos ganaderos asesinados -padre e hijo- e iniciar la búsqueda de otro de sus hijos, quien fuera reportado por sus familiares como desaparecido.
Agregó que la gente pidió ayuda a su esposa como cabeza de la policía comunitaria y que al acudir a reclamar los cuerpos, encontraron al síndico Patrón “borrando evidencia del doble asesinato y reclamando las pertenencias de los difuntos como propias”.
Subrayó que Patrón reclamó una vaca que había sido identificada con documentos como propiedad de uno de los comunitarios, “por ese motivo, se arrestó al síndico del pueblo”, añadió.
Destacó que la presidencia municipal acusó entonces a Salgado de secuestro, tras un intento fallido de llegar a un acuerdo para la liberación de Patrón.
Explicó que la policía comunitaria quería juzgar a Patrón bajo los usos y costumbres estipuladas en la Ley 701, luego que las autoridades municipales indicaron que no sería juzgado ni destituido por ser un servidor público con fuero.
Asimismo, aseguró que el síndico ha cambiado en varias ocasiones sus argumentos para la acusación de secuestro contra su esposa.
Asimismo, cuestionó que tras el arresto de su esposa en Guerrero, “alguien tuvo la molestia de prestar un avión privado para que en menos de 10 horas estuviera en el penal de máxima seguridad en Tepic, Nayarit (en el occidente de México)”.
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