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"Pito", el mosquito que tiene en jaque a los rebeldes colombianos

El mosquito bautizado por los militares colombianos como “pito”, transmisor de la Leishmaniasis, es el azote de los militares, guerrilleros y paramilitares en las profundidades de la selva de Colombia, donde se libra la guerra desde hace cinco décadas.

Las historias sobre el mosquito “pito”, que la ciencia médica lo conoce como Lutzomya, abundan entre los soldados colombianos que están en tratamiento por Leishmaniasis, en las unidades de sanidad de las Fuerzas Militares.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay más de 350 millones de personas en riesgo de contraer la Leishmaniasis y en la actualidad hay al menos 12 millones de personas infectadas por este tipo de enfermedad tropical.

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La Leishmaniasis ocupa el sexto lugar en el conjunto de las enfermedades tropicales más graves del mundo y afecta tanto a hombres como animales, según los organismos de salud.

Es una enfermedad producida por un parásito del género Leishmania y transmitida por la picadura de un mosquito conocido como Lutzomya, del cual se conocen en Colombia unas 140 especies. Este insecto en el sur de Colombia, es conocido con el nombre de “manta” y como “pito”, entre los militares y en las propias filas de los guerrilleros y paramilitares.

Una de las formas más comunes de esta enfermedad es la Leishmaniasis cutánea, la cual se desarrolla en el sitio del cuerpo donde pica el mosquito transmisor.

En el lugar de la picada, se forma una mancha roja que aumenta de tamaño y se va abriendo, formando una úlcera. Estas manchas se presentan generalmente en la cara, tronco, brazos y piernas.


La Leishmaniasis cutánea es adquirida en áreas boscosas donde hay muchos árboles, que sirven de sitio de reposo de la Lutzomya y según la OMS, en Colombia, casi el 50 por ciento del territorio es considerado zona endémica de Leishmaniasis.

Un grupo de soldados que estuvieron en tratamiento para combatir la Leishmaniasis, contaron a Notimex- entre chistes y sonrisas- las historias del famoso “pito, que zumba entre los matorrales de la selva, que es invisible, porque nadie lo ve, pero en cualquier momento pica en algún punto de la piel.

“La picada como tal no duele, aquí lo doloroso es el tratamiento. Uno no se da cuenta cuando el mosquito lo pica. Empieza pequeñito y luego va creciendo y creciendo en la piel. Se come la piel. La picada no se siente”, contó uno de los afectados.

Uno de los soldados explicó que “inicialmente me salió una ‘ronchita y me fue creciendo en el codo. Me aplicaron más de 120 ampollas que son muy dolorosas y lo marean a uno”.

“Lo que jode -dijo- es la droga que le produce a uno dolor de cabeza, en el cuerpo, desaliento, le quita las ganas de comer y mantiene uno sed y tiene que tomar mucho agua, porque si no le jode a uno el hígado, el riñón. Es una droga muy fuerte que a veces a uno no le dan ganas de levantarse de ese camarote. Es una droga muy pero muy fuerte”.

Los soldados aseveraron que “el pito”, es un “enemigo mortal porque los saca del combate directo con los guerrilleros en las profundidades de la selva, especialmente de las zonas húmedas.


Recordaron que por culpa del “pito”, el Ejército ha tenido que evacuar a centenares de soldados que operan en las unidades militares contrainsurgentes del sur de Colombia.

En una unidad, por ejemplo, eran 280 hombres y al menos 130 fueron evacuados del área a los centros de salud del Ejército, para iniciar el tratamiento por la picada del mosquito. Según la Fundación Centro de Investigaciones Multidisciplinarias en Desarrollo de la Universidad del
Valle, en Colombia aparecen cada año dos mil casos de Leishmaniasis, pero la cifra es muy superior, porque no hay registros exactos sobre los casos.

Los programas de erradicación seguían los estudios del centro de investigación de la Universidad del Valle- se orientan al diagnóstico y tratamiento pero no al control de la transmisión del parásito. Si los pacientes no reciben tratamiento oportuno y adecuado, un 10 a 20 por ciento de ellos corre el riesgo de desarrollar infecciones mucocutáneas que producen lesiones infiltradas y ulcerosas desfigurantes en nariz, boca y garganta.

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Actualmente en Colombia se usa el medicamento “N-metil glutamina”, para combatir el parásito de la Leishmania. Según el peso del paciente deben ser aplicadas entre 2 y 4 ampollas diarias durante 20 días si la enfermedad está en la piel o durante 28 si se presenta en forma visceral o en las mucosas.

Los soldados cuando llevan semanas y meses en la selva sin ver el sol y buscando guerrilleros entre los matorrales, en los campamentos móviles entre chiste y chiste dicen: “que pique el pito, que me pique el pito…”.

La razón del chiste es que la picada es una forma para lograr salir de las profundidades de la selva, pero cuando tienen que soportar 120 o 150 inyecciones dolorosas, el soldado en el hospital dice: ¡Qué me pique el pito!… Ni por el putas… ni por el putas… prefiero quedarme en casa”.

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