El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), reveló que ha sido muy lenta la reconstrucción de las escuelas afectadas por los sismos de septiembre de 2017 en Hidalgo, Ciudad de México, Oaxaca, Chiapas y Morelos.
Al presentar su informe a un año de los sismos, Christian Skoog, representante de Unicef en México, aseguró no se tienen datos precisos del número total de alumnos que quedaron sin clases al dañarse las 19 mil 784 escuelas en las cinco entidades.
Sin embargo, en la presentación se detalló que en Chiapas y Oaxaca hay aún unas tres mil 444 escuelas parcial o completamente dañadas.
En el mismo documento que estudió los casos de municipios de Jojutla, Morelos y Juchitán, Oaxaca, se determinó que los niños estuvieron expuestos a infecciones como conjuntivitis y urticaria, en vías respiratorias por contacto con agua y alimentos contaminados.
No obstante que la afectación más grave fue psico-emocional para los niños y jóvenes, esta atención se ha reducido de manera significativa a pesar de que algunos menores presentaron crisis nerviosas en aquellos lugares con réplicas de los sismos.
Además de que se observó que los alimentos donados –en su mayoría enlatados– eran de bajo valor nutricional, se evidenció desorganización y no hubo criterios aclaró para reparto de ayuda de forma eficiente.
A un año de los terremotos del pasado 7 y 19 de septiembre, el organismo explicó que muchos alumnos todavía asisten a clase en lugares temporales y solo unos días a la semana.
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Al respecto, Pressia Arifin-Cabo, representante adjunta de Unicef advirtió que esta situación ya ha derivado en casos de deserción escolar.
En algunos casos derivado del calor dentro de las carpas temporales donde se imparten clases, la falta de instalaciones sanitarias suficientes y falta de agua para beber.
“Los jóvenes deciden dejar los estudios para integrarse en el mercado laboral y ayudar a sus familias en este periodo de crisis”, explicó.
Precisó que los grupos identificados con esta tendencia corresponden a niveles de educación medio superior y superior.
Dimensionando la afectación
Arifin-Cabo subrayó que aunque se cuenta con alertas tempranas y mecanismos para monitorear y sistematizar datos sobre desastres naturales se debe priorizar en vidas humanas e infraestructura que registre los daños en el bienestar de las personas sobre todo en los niños y adolescentes.
Apoyo del organismo
La Unicef destinó ocho millones de dólares de donativos en apoyo de la población infantil necesitada:
- 52% niños retomarán educación
- 22% protección ante extrema vulneración de niños
- 22% saneamiento, agua e higiene
- 3% a salud
- 1% a política social
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