Como todos los días, don Alfonso Santillán Reyes está sentado enfrente de su puesto. Vende tacos de canasta desde hace 20 años a un lado de la carretera México-Pachuca. La espera de algún potencial cliente es interrumpida por el ruido de un helicóptero militar que de su parte trasera jala con una cuerda a una persona.
«Son los de la base aérea, están entrenando. Diario pasan aviones militares. Ya nos acostumbramos a ellos, aunque cuando vuelan los F1614 o F21 el ruido es súper intenso, porque planean muy bajo. Tiene motores muy potentes», comenta el señor de 61 años y originario de esa zona del Estado de México, que en las últimas semanas se encuentra en el ojo del huracán.
Se trata de la Base Área Militar no. 1, Santa Lucía, ubicada en el municipio de Tecámac, que fue propuesta por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador como alternativa al Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) que se construye en lo que fuera el Lago de Texcoco, también en el Edomex.
Santa Lucía es la opción que ganó en la consulta ciudadana que se realizó del 25 al 28 de octubre en 538 municipios de los 32 estados de la República. Esta alternativa consiste en reacondicionar los aeropuertos «Benito Juárez» de la Ciudad de México y el de Toluca. La operación de estas dos terminales se complementaría con la construcción de dos pistas en esa base aérea.
«Nos afectaría mucho tener un aeropuerto. Tanto por el tráfico como por la gente que pudiera llegar. Si aquí se hiciera nos va a afectar más porque ni hay terreno suficiente adentro de la base aérea ni el subsuelo es el adecuado», dice Santillán Reyes, mientras se recarga en un árbol y ve cómo el helicóptero militar desaparece en el horizonte.
La base aérea de Santa Lucía está rodeada de los municipios mexiquenses de Tecámac, San Jerónimo, Reyes y Zumpango. Se encuentra en el centro de estos poblados semi rurales.
La movilidad se complicaría aún más, dice don Alfonso y explica que en hora pico, de Aurrerá (que está en Tecámac) a Santa Lucía se hacen 30 minutos, y cuando no hay autos ese trayecto se recorre en cinco. De concretar el aeropuerto la circulación vial colapsaría, reitera.
«El tráfico podría llegar hasta el Mexibús o la Central de Abastos».
No está de acuerdo que Santa Lucía sea la alternativa. Argumenta que ya hay un avance en la obra del Nuevo Aeropuerto de Texcoco y cancelar ese proyecto sería un retroceso. Don Alfonso vive en Tecámac, que es el poblado más cercano a la base militar.
«Se necesitaría mucho más dinero de los impuestos para acondicionar Santa Lucía y luego la base aérea ¿dónde la cambiarían? Es grandísimo y hay mucha gente. A todos nos afectaría de hacerse aquí».
Como parte de la propuesta de López Obrador, en la base aérea se construirían dos pistas, una terminal y los servicios necesarios. El costo del acondicionamiento para su uso civil sería casi de 70 mil millones de pesos.
Arturo Martínez, contador de la distribuidora de productos lácteos Rey de Reyes, ubicada en la esquina de la base militar, está seguro que la opción de Santa Lucía como complemento a la actual terminal no se construirá.
«Si sólo se acondicionan dos pistas para aterrizajes de emergencia no nos afectaría. Si llegaran a traer un nuevo proyecto, entonces sí porque habría una invasión de comercios y negocios».
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