Dámaso Alonso Núñez, uno de los principales lugartenientes de Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera, llegó este martes a la silla de los testigos en el proceso por narcotráfico contra el capo, desde donde saludó a su «compadre» colocando su mano con el puño cerrado sobre su corazón.
Guzmán Loera, que estaba de pie en la corte de Brooklyn (Nueva York), se sentó cuando su amigo le saludó y un alguacil le pidió que se pusiera nuevamente de pie hasta que ordenase lo contrario el juez Brian Cogan.
Desde que comenzó el proceso contra «El Chapo» el pasado noviembre, socios del acusado, que fueron sus amigos cercanos, han testificado en su contra a cambio de una reducción de su sentencia y a cambio de poder traer a su familia a Estados Unidos, por razones de seguridad.
Las revelaciones del «Licenciado» en el juicio
Alonso Núñez, extraditado a Estados Unidos a principios de 2017, fue sentenciado a cadena perpetua el pasado noviembre tras declararse culpable de narcotráfico. Este miércoles identificó al «Chapo» y a Ismael Zambada «El Mayo» como los líderes «igualmente» del cartel de Sinaloa.
Era uno de los testigos más esperados. Al llegar a la silla de los testigos identificó a Guzmán Loera como su «compadre». Dijo haber trabajado para el Cartel de Sinaloa, contratado por el acusado, y aseguró haber tenido una relación muy cercana con «El Chapo», quien fue el padrino de la boda de uno de sus hijos.
También dijo que él bautizó a una de las gemelas que Guzmán Loera tiene con Emma Coronel, quien suele acudir diariamente al proceso judicial en la corte federal en Brooklyn.
¿Cómo se conocieron Dámaso López y «El Chapo»?
Pasó de ser subdirector de seguridad en la cárcel del Altiplano, en la que conoció a Joaquín “El Chapo” Guzmán, a ser fiel empleado del cartel de Sinaloa
Según su testimonio, conoció a Guzmán en 1999, cuando López era subdirector de seguridad en la cárcel de Puente Grande, en el estado de Jalisco. Dijo que permitió que Griselda, supuestamente una de las esposas de Guzmán, pudiera entrar a visitarle a pesar de que las normas sólo permitían entrar a una cónyuge, que en este caso era Alejandrina. También le permitió a Guzmán que tuviera teléfono celular. A cambio de éstos y otros favores, “El Chapo” le pagaba, le compró una casa y cubrió los gastos del cuidado médico de un hijo de López que se accidentó.
En el año 2000, López renunció a su puesto en la cárcel porque el gobierno federal estaba investigando corrupción en el penal, dijo. Unos meses después Guzmán se fugó de la cárcel dentro del carrito de lavandería. López explicó que en el 2001 se reunió con Guzmán en el estado de Nayarit y que éste le explicó que la fuga “fue algo espontáneo” y que un tal “Chito”, encargado de la lavandería en el penal, fue quien lo sacó en el carrito, se lo llevó al estacionamiento, lo metió en el maletero de su auto y lo sacó así de la cárcel.
En Publimetro TV
Netflix libera detrás de las cámaras de ROMA con motivo de las nominaciones