Al mes, más de ocho mil recién nacidos están en riesgo de desarrollar alguna discapacidad o incluso de morir, debido a que desde el 26 marzo no hay una empresa dedicada a realizar la prueba de tamizaje neonatal en todo el país, la cual detecta alteraciones en el metabolismo y diversas enfermedades congénitas y degenerativas.
Ante ello, la Secretaría de Salud federal (SSa) informó que gobiernos estatales asumieron la responsabilidad de realizar la prueba con su presupuesto; sin embargo, luego de cinco meses de posponer la licitación y de declararla desierta el pasado mes de julio, no se sabe con certeza qué entidades han dejado de hacer el análisis.
Un observador del proceso de licitación –quien prefirió el anonimato– reveló a Publimetro que no se sabe con cuántos recursos cuenta cada estado para poder aplicar la prueba, además de que algunas entidades ya manifestaron que no tienen el presupuesto para aplicarlas.
“No se tiene con certeza la información de en qué entidades se sigue realizando la prueba y en dónde no, ni tampoco sabemos hasta cuándo seguirán así, ni con qué recurso cuentan. Algunas secretarías han comentado que realizan el tamiz con su propio dinero y algunos otros mencionaron que no cuentan con ello, pero no es información confirmada.
“Cada entidad se comprometió por tres meses a realizar la prueba; incluso, secretarías estatales han mencionado que hubo presupuestos extraordinarios para garantizar la aplicación del análisis, pero el gobierno es el que tiene ese recurso, el cual tiene que etiquetar de inmediato”, indicó.
Sin fecha para licitación
Hasta la fecha, la Secretaría de Salud no ha anunciado el nuevo proceso de licitación, lo que pone en riesgo a ocho mil 333 menores que aproximadamente nacen al mes con “enfermedades raras”, pues ya se cumplió el plazo en el que gobiernos estatales se comprometieron a realizar la prueba. Además, se suma una problemática más: el incremento en costos.
“(Hasta el momento) no ha habido desabasto de pruebas de Tamizaje Neonatal porque los estados están cubriendo los gastos, pues no se puede posponer porque sólo tienen una semana para realizar el estudio; sin embargo, cuando se paga de manera externa aumenta el precio, por eso se realiza una licitación, para mejorar los costos”, puntualizó Karen Ochoa Arteaga, residente del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Apuntó que la licitación quedó desierta el pasado 22 de julio debido a que se pidió específicamente que la prueba fuera automática (por medio de tecnología) y no la de absorción (por medio de un papel), así como que se pedía una experiencia mínima de seis años, por lo que sólo dos empresas cumplieron con los requisitos, pero por falta de documentos no la obtuvieron.
“En la Norma Oficial Mexicana (NOM) sí se acepta cualquier tipo de prueba de metodología para el análisis del tamiz, por lo que no hay ninguna diferencia entre uno y otro, pero por estos “candados” se pospuso la compra hasta la fecha”, precisó Ochoa Arteaga.
Sin embargo, expertos chocan con esta posición, pues argumentan que en la NOM-034, en el punto 7.3, se menciona que la prueba debe de contar con la más alta tecnología y sensibilidad. Además, aseguran que hay evidencia científica comprobable desde hace más de 20 años que avala la calidad de éstas.
Dejan de colaborar con asociaciones
Guadalupe Campoy Ruy Sánchez, directora de la Asociación Mexicana de Fibrosis Quistica –un trastorno heredado y potencialmente mortal que daña los pulmones y el sistema digestivo de los menores de edad– aseguró que desde abril las pruebas están detenidas, aspecto preocupante ya que son enfermedades que no tienen cura y son degenerativas, por lo que se tiene que atender lo antes posible.
“Sabemos que no se está haciendo en algunos estados; en otros se está aplicando pero sólo para dos o tres enfermedades (cuando normalmente es de seis); y en los demás se hace pero no se procesa, lo que pone a los recién nacidos en un grave riesgo en caso de tener alguna enfermedad no diagnosticada a tiempo. Esto no es cuestión de paciencia, los niños están en riesgo”, alertó.
Ruy Sánchez relató que en 2015 se logró que la fibrosis quística se incluyera en la prueba de tamiz, lo que puede salvar vidas, ya que la enfermedad si no se detecta a tiempo puede deshacer los pulmones al grado de ya no respirar, por lo que el tratamiento sería para curar y no para prevenir el deterioro.
“Es una enfermedad genética que afecta a alrededor de 350 recién nacidos al año. La fibrosis provoca que los pulmones se llenen de flema, creando un medio de cultivo para las bacterias, por lo que tienes que mantenerlos limpios a través de nebulizaciones y medicamentos”, señaló la experta, tras apuntar que además de ser una enfermedad peligrosa es muy costosa, pues el tratamiento oscila hasta en 80 mil pesos mensuales.