Como un discurso ‘a la medida’ para sus seguidores fue el discurso del Primer Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, así lo calificó el Alfonso Laborde, especialista político de la Universidad Anáhuac.
En una entrevista con Publimetro, Laborde señaló que las cifras están más allá de lo que dijo el presidente este domingo: poco crecimiento, fallas en la estrategia de seguridad y un acaparamiento en la política pública.
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¿Cuál es su balance del Primer Informe de Gobierno?
Fue un informe hecho a la medida de lo que el presidente López Obrador y sus seguidores quieren escuchar. Los números están ahí, la economía está mal, la inseguridad está terrible, esta polarización que maneja en su discurso sobre los conservadores y esas ideas positivas que sólo las ve él.
¿Qué avances han ocurrido en materia política desde el primer día de gobierno?
Yo no veo ningún avance en la política, al contrario está polarizando a las diferentes fuerzas políticas denominando a los conservadores como sus enemigos o contrincantes, que no va de la mano con generar un ambiente de certidumbre política y así generar alianzas para sacar al país de donde está.
Hacía el segundo año ¿qué sucede en materia legislativa?
Ellos tienen mayoría, ellos están haciendo lo que quieran, habían pactado dar la Mesa de Coordinación Política a un partido de oposición, y no lo hicieron, no están respetando los acuerdos, es parte de un partido con esas características que lejos de generar gobernabilidad y diálogo político están- al puro estilo priísta- teniendo ventaja de la mayoría.
Si las cifras no favorecen ¿por qué la aprobación de AMLO es tan alta?
Hay que revisar quienes son los que están pensando y aprobando al presidente, si tú revisas la geografía del país y el tema de la exclusión, los grupos menos favorables, son muchos y esas personas son las que están manifestándose aunque eso no se traduce a un buen ejercicio de políticas públicas. Repito las cifras están ahí, no estamos inventando nada y tiene que ver con un tema de gasto social, que es netamente corporativista y para eso son los programas sociales y no para otra cosa.
¿Que debe hacer el presidente hacia su segundo año de gobierno?
Si quieren renovar el dinamismo de la política económica del país, así como generar un ambiente de negocios propicio, van a tener que soltar dinero a la economía sino ese dinero va a estar ahí, ese subejercicio de los gastos produce desconfianza del empresariado y no sólo en México sino en el contexto global.
Diferencias del informe con Peña Nieto
Este 1 de septiembre el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su primer informe de gobierno desde Palacio Nacional con importantes diferencias que llamaron la atención de los espectadores.
Aunque el discurso del presidente en la ceremonia del primer informe no está incluido en la legislación mexicana, es una tradición de los mandatarios hacer este ejercicio de rendición de cuentas con invitados del Poder Legislativo, Judicial, gobernadores, secretarios de Estado y representantes de la sociedad civil.
Austeridad
El primer informe estuvo marcado por la austeridad republicana que se implementó desde el primer día de gobierno, a diferencia de la ceremonia de Peña Nieto, se realizó en el Patio de Honores y no en el Patio Central de Palacio Nacional.
En la ceremonia no se utilizaron mega pantallas, ni videos promocionales, tampoco toldo ni grandes mamparas, sólo una pared de utilería con el lema «Tercer Informe de Gobierno al Pueblo de México».
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Los poderes de la Unión
En esta ocasión, López Obrador entró directamente a la ceremonia sin saludar a los representantes del Poder Legislativo: Mónica Fernández Balboa del Senado y Porfirio Muñoz Ledo de la Cámara de Diputados, así como al ministro presidente del Poder Judicial, Arturo Zaldívar.
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Anticipado
El informe de López Obrador se realizó antes de que la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, entregara el paquete de datos al Poder Legislativo, como dicta la ley. En esta ocasión y, a diferencia de los sucesores, se realizó horas antes de esta importante entrega.
Lugares vacíos
De igual forma, el número de invitados fue menor en la ceremonia de López Obrador, 500 de los mil 400 de Enrique Peña Nieto, entre los asistentes hubo sillas vacías e inasistencias como la de su hijo Jesús Ernesto en primera fila. En la parte trasera del Patio de Honores también hubo un gran número de espacios vacíos que pudieron verse durante la transmisión.
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