Ante la alerta sobre la posible presencia de un agente cancerígeno en el medicamento conocido como ranitidina, la Araceli Gómez Estévez, especialista en salud pública del Centro Toci Malinalli, recomendó esperar los resultados finales de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para conocer si en realidad representa un verdadero peligro sanitario a la población.
En una entrevista con Publimetro la especialista aseguró que si bien fueron encontrados restos del agente N-nitrosodimetilamina (NMDA) en la ranitidina, el análisis de la Cofepris no está concluido aún, por lo que se deberá conocer en qué medida se encuentra esta impureza en el medicamento y, puntualmente, cómo afecta a los pacientes.
«Este comunicado informa que hay una sustancia en la ranitidina por defecto de producción, un contaminante o impureza derivado de la nitrosamina, que aunque suena muy estresante, es muy común en algunos lugares de la vida diaria, en el agua o la carne que comemos todos los días», explicó.
Gómez Estévez aclaró que los estudios realizados por la US Food and Drug Administration (FDA) a este fármaco son recientes y apenas encontraron niveles ligeramente por encima de los normales hallados en algunos alimentos. Sin embargo, lo importante serán las conclusiones derivadas de las investigaciones en marcha para determinar si se prohibirá su venta en México, ya que su estudio en seres humanos ha sido limitado hasta la fecha.
Sobre lo anterior, la especialista ejemplificó la situación de este fármaco en Estados Unidos, donde en días pasados se detuvo la producción del antiácido Zantac- como es conocido comercialmente- como una medida preventiva para evitar la distribución de muestras defectuosas.
Al respecto, la Cofepris informó a través de un comunicado que por ahora no existe evidencia suficiente para sugerir la suspensión de los tratamientos con ranitidina y puntualizó que «en este momento el riesgo de suspenderlo es mayor que el de la probable exposición al NDMA».
Sin embargo no se debe olvidar, que la NMDA en concentraciones por encima del límite considerado seguro y durante largos periodos de exposición, puede incrementar el riesgo de desarrollar cáncer.
Ranitidina, entre los más consumidos por los mexicanos
Sobre el impacto que tendrían los efectos negativos de este medicamento entre la población, basta conocer el número de muestras que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) pide cada año y que lo posiciona como uno de los fármacos más consumidos por sus derechohabientos.
De acuerdo con la lista de precios de compras consolidadas del IMSS en 2017, este instituto solicitó alrededor de 32 millones 568 mil de cajas, con lo cual fue el sexto medicamento de mayor distribución en ese año entre sus afiliados.
Entre sus efectos adversos, explicados por el IMSS, están la neutropenia, trombocitopenia, dolor de cabeza, malestar general, mareos, confusión, bradicardia. náusea, estreñimiento, ictericia, exantema.
De igual manera, advierte en su Cuadro Básico de Medicamentos que puede existir hipersensibilidad al fármaco y a otros antagonistas de los receptores H2 (antiácidos), así como generar cirrosis y encefalopatía hepática en uso prologando.
Medicamentos más comprados por el IMSS
- Paracetamol 96 millones 335 mil
- Metformina 48 millones 939 mil
- Omeprazol/ Pantoprazol 47 millones 939 mil
- Losartán 43 millones 155 mil 223
- Diclofenaco 33 millones 669 mil
- Ranitidina 32 millones 568 mil
- Electrolitos orales en polvo 27 millones 330 mil
- Metroprolol 26 millones 67 mil
- Ciprofloxacino 24 millones 032 mil
- Complejo B 23 millones 144 mil
Lo anterior muestra que de comprobarse que este medicamento derive en algún tipo de cáncer, en especial de estómago por la vía de administración, podría tratarse de un problema de salud pública que contribuya a las más de cinco mil 500 muertes por este padecimiento cada año.
¿Qué otros remedios pueden sustituir a la ranitidina?
Mientras se determina la situación de la ranitidina en México, Gómez Estévez recomendó utilizar otro tipo de medicamentos como los derivados del omeprazol y llevar una dieta balanceada para tratar los mismos padecimientos.
«Este tipo de medicamentos no son controlados, no van a causar grandes cambios si se sustituyen, podemos cambiarlo sin ningún problema, solo es cuestión de que el paciente notifique a su doctor», afirmó.
Por último, la especialista hizo un llamado para que las personas estén pendientes de la resolución de la Cofepris y de los estudios tanto en México como en otros países al respecto, así como acudir con su médico para consultar cualquier duda o efecto secundario.