Pasadas las 11:00 horas de este martes, el avión de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que trasladó al ex presidente de Bolivia, Evo Morales, aterrizó en el Hangar de la Secretaría de la Defensa Nacional en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
“Estamos muy agradecidos porque el presidente de México (Andrés Manuel López Obrador), el gobierno de México y el pueblo boliviano, me salvó la vida”, dijo Morales en un mensaje a medios desde la terminal aérea.
El ex mandatario recordó que el pasado 9 de noviembre, en la zona de Cochabamba, un miembro del equipo de seguridad lo extorsionó, lo hizo leer mensajes y le pidió que se entregara a cambio de 50 mil dólares.
«Gracias a México a sus autoridades (…) mientras tenga la vida seguimos en política, sigue la lucha y estamos seguros que los pueblos de mundo tienen todo el derecho a liberarse”, dijo.
Se esperaba que Morales llegara a México entre las 2:00 y las 4:00 horas; sin embargo, debido a varios permisos denegados para utilizar el espacio aéreo de algunos países, el vuelo se retrasó alrededor de nueve horas.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, acudió al aeropuerto a recibir al ex mandatario boliviano y le dio la bienvenida en nombre del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Evo Morales viajó acompañado por su hermana, Esther Morales Ayma; su hija, Eva Liz Morales Alvarado; el ex vicepresidente del país, Álvaro García Linera; y la ex ministra de Salud, Gabriela Montaño.
La aeronave Gulfstream 530, Mat-3916 de la FAM, enviada para asegurar el traslado de Morales, estuvo varada durante varias horas luego de que Perú, Ecuador y Bolivia negaran los permisos necesarios para cruzar su espacio aéreo.
El canciller mexicano anunció la tarde del lunes que Evo Morales había aceptado el asilo político ofrecido por México y la Secretaría de Gobernación la aceptó por «razones humanitarias».
El domingo pasado, Evo Morales anunció su dimisión al cargo tras verse acorralado por las Fuerzas Militares, una serie de renuncias de su gabinete y tres semanas de intensas protestas debido a las acusaciones de fraude en las elecciones del pasado 20 de octubre.
Ebrard explicó que la decisión de dar asilo político de dio “en virtud de la situación de emergencia que enfrenta Bolivia en donde la vida (de Morales) y su integridad corren riesgo”.
De esta manera, México se comprometió a “otorgar el correspondiente salvoconducto y las seguridades, así como garantías de que la vida, integridad personal y libertad del señor Morales no serán puestas en peligro y que podrá ponerse en seguridad”.
El titular de la SRE acusó al Ejército boliviano de “violentar el orden constitucional” al pedir la renuncia del presidente. El gobierno mexicano también criticó a la OEA por guardar silencio ante las presiones de los militares y aseguró que pediría una “reunión urgente” para encontrar una salida a la crisis que atraviesa el país.
En un mensaje a través de su cuenta de Twitter, Evo Morales se despidió de su pueblo, lamentó tener que salir de Bolivia por razones políticas y afirmó que volverá “con más fuerza y energía”.