En México, al menos seis de cada 10 niños menores de 14 años han experimentado alguna forma de maltrato infantil, especialmente violencia por parte de algún integrante del hogar, de acuerdo a un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El maltrato infantil en México es un factor determinante de la deserción escolar y una causa importante de muertes infantiles, «por lo que es necesario prevenirla y atenderla», señaló la Cámara de Diputados en octubre de 2019, cuando se aprobó modificar la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, para definir como violencia infantil, toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, abandono, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual.
«La violencia y el maltrato a los niños va más allá de lo físico. A veces el maltrato emocional y psicológico deja más huella que el maltrato físico. Se cree que «como no le pego» no se le está maltratando, pero le están diciendo cosas terribles». -Claudia Sotelo, psicóloga con especialidad en psicoterapia psicoanalítica
El dictamen, que en su momento fue avalado con 403 votos y turnado al Senado de la República para sus efectos constitucionales, adiciona una fracción XXX al artículo 4 de dicha norma, para incluir lo que se entenderá como violencia infantil para efectos de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
De acuerdo con datos del INEGI, hay 39.2 millones de niñas, niños y adolescentes en el país.
El maltrato infantil también está intrínsecamente relacionado con el abuso sexual infantil. Cada año, más de 4 millones y medio de niñas y niños son víctimas de este delito en México, lo cual hace que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) lo coloque en el primer lugar mundial en este delito. Sin embargo, de acuerdo con el Colectivo contra el Maltrato y Abuso Sexual Infantil, esta cifra es poco realista porque sólo es denunciado uno de cada 100 casos de abuso sexual infantil; explica el proyecto de decreto para reformar la Ley General de los Derechos de Niñas, presentada en septiembre de 2019 por la senadora Lilia Margarita Valdez Martínez, de Morena.
3 preguntas sobre el maltrato infantil con…
Claudia Sotelo
Psicóloga con especialidad en psicoterapia psicoanalítica
¿»El manazo a tiempo» es necesario?
Yo creo que cada familia funciona de manera diferente y que una situación física no va a solucionar el problema. Al darle un manazo, un pellizco o una nalgada lo único que va a hacer es enseñarle al niño otro canal de comunicación, que es a través de la violencia física.
Si yo como adulto sólo te puedo controlar con un manazo o con una nalgada, lo que te estoy dejando ver es que eso funciona y que está permitido y avalado por nosotros. No es necesario llegar a la parte física. No es necesario llegar a utilizar ese recurso.
¿Cómo recomiendas que los adultos lidien ante un berrinche?
Ante un berrinche y un ataque de explosión de ira de un niño evidentemente el maltrato físico no solucionará el problema. Lo que tienen que hacer los adultos es guardar la calma, tener claridad y no olvidar que ellos son los adultos conteniendo al niño. De pronto parece que son dos niños haciendo berrinche.
También, tener claridad que yo como adulto soy quien va a solucionar. Entender qué es lo que me quiere decir ese niño con un berrinche. Cuando lo hace es porque quizás no ha encontrado la manera correcta de pedir lo que necesita.
Si un niño tiene un berrinche es porque él tiene una necesidad que considera insatisfecha y que además no ha encontrado el canal de comunicación adecuado.
¿En qué momento hay que acudir con un especialista?
Cuando ya se utilizaron diferentes estrategias y recursos para comunicarme con el niño. Decirle que eso no está bien y no funciona, es una manera. También es un indicador de que necesito ayuda de un tercero. Otro aspecto es cuando el niño incrementa la velocidad y la frecuencia del berrinche, ya que significa que el adulto no entiende el berrinche ni lo puede contener.
Cuando yo, como padre de familia, me estoy desesperando y estoy haciendo un berrinche mayor que el del niño, pues seguro que también será un momento en que una tercera persona podrá ayudar.
Recomendaciones para lidiar con un berrinche
Claudia Sotelo señala que lo que los adultos deben hacer es entender el berrinche. Las estrategias dependen de cada niño y de cada situación. Algunas recomendaciones son:
- Poner una pausa e ignorar esa conducta.
- Abrazarlo para poder calmarlo cuando el niño en un estallido de golpear o tirarse al piso
- Alzar la voz y hablar de forma firme y clara.
- Hacer contacto visual con el niño. Verlo a los ojos, asegurarse de que está escuchando y decirle que esa conducta no es adecuada. Seguramente podremos encontrar juntos otra manera de comunicarnos.
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