El consumo de productos ultraprocesados en México incrementaron 30% en los últimos años, aseguró el investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Joaquín Marrón Ponce.
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Esto se explica debido a que el alto consumo de estos alimentos considerados chatarra está directamente relacionado con los altos índices de obesidad, diabetes y sobrepeso en la población del país.
En su participación virtual en el foro «El impacto de productos ultraprocesados en el riesgo de mortalidad», que organizó El Poder del Consumidor, explicó que aunque no se conoce el consumo por entidades, se sabe que en la región norte son los mayores consumidores, le sigue la zona centro y la sur al final.
«Se puede deber a la cercanía de alto ingreso de estos productos. Se facilita mayor comercialización de productos y transporte a estas zonas y que lleguen a la más alejada de la frontera», apuntó.
Asimismo, dijo que el consumo de estos productos con alta carga caloríca es diferenciado entre los mexicanos no solo por su nivel socioeconómico, sino también por el nivel de escolaridad y zona de residencia.
En ese sentido detalló que esta situación se puede deber a que su acceso es más fácil y rápido, lo que puede ser preferible para quien tiene diferentes tareas que realizar en su día a día.
Consumo de alimentos ultra-procesados por nivel educativo
- 21.7% nivel educativo bajo
- 29.2%
- 35%
Consumo de alimentos ultra-procesados por área residencial
- 32.4% urbana
- 22.7% rural
Consumo de alimentos ultra-procesados por nivel socieconómico
- 23.2% bajo
- 31.3% medio
- 33.7% alto
Precisó también que México ya es el principal consumidor de ultraprocesados en América Latina con 214 kilos per cápita, por lo que es necesario fomentar políticas públicas que desincentiven su consumo en los mexicanos como son el impuesto a las bebidas azucaradas y el etiquetado frontal de advertencia, entre otras.
Consumo de ultraprocesados en otros países
La investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra, Maira Bes-Rastrollo, apuntó que un estudio de seguimiento de 15 años en cerca de 20 mil voluntarios se confirmó la relación sobre el alto consumo de estos productos, definido como cuatro porciones diarias, con un 62% mayor riesgo de mortalidad.
Cuestionada sobre si el consumo de estos alimentos estaba relacionado con el Covid-19, aseguró que aunque no hay estudios que hayan evaluado esta situación, es un hecho que quien no goce de buena salud y presente un sistema inmunitario debilitado se complicara aguantar la infección por coronavirus.
Por su parte, la doctora y estudiante de posgrado del Departamento de Epidemiología de la Universidad Johns Hopkins, Hyunju Kim, refirió que tras 19 años de seguimiento en población estadounidense y basandose en el consumo de cuatro veces al día de productos como bebidas y cereales azucarados, botana salada y dulces, tuvieron 31% más riesgo de mortalidad.
Ante esta evidencia los tres especialistas aseguraron que la población puede revertir este consumo de alimentos y regresar a los que son más integrales y naturales, lo que además puede ser más barato y mejorar la salud.
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