La libertad de expresión en México sobrevive bajo asedio y constantes ataques, explicó el director regional de la Oficina para México y Centroamérica de Artículo 19, Leopoldo Maldonado.
Lamentó que las agresiones, que se han normalizado, provengan no solo de actores privados, sino de funcionarios públicos y más recientemente se perpetren desde Palacio Nacional.
«El tema es que la prensa en México vive bajo asedio y el discurso presidencial no ayuda como tampoco ayuda el estigma y descalificación permanentes».
«Lo único que se genera desde el poder público y que previene del jefe de Estado mexicano, es un permiso y una licencia para agredir a la prensa y eso evidentemente repercute con los niveles de violencia que se registran a diario».
Como ejemplo de ello, mencionó que en el país, cada 13 horas se registra una agresión en contra de los periodistas que ejercen su libertad de expresión.
«El año pasado, fue el año más violento del que tengamos registro en contra de la prensa, con 692 agresiones. Eso da cuenta de la violencia ascendente año con año», destacó.
Libertad de prensa que cobra vidas
En una entrevista con Publimetro abundó que en lo que va de este sexenio se han contabilizado 18 periodistas asesinados, por posibles vínculos con su labor.
Mientras que la impunidad es de 98% y alcanza la totalidad de los casos, pues no solo han quedado sin castigo los asesinatos, sino agresiones, robos, amenazas, lesiones y allanamientos a sus casas u oficinas.
«Esto, marca una pauta bajo la cual los agresores pueden perpetrar y perpetuar la violencia contra la prensa sin que tengan consecuencias ante la justicia», dijo.
Recordó que el estado sigue sin dar una respuesta eficaz en términos de prevención, protección, investigación y reparación del daño y a ahora se suma el estigma y la descalificación del poder público.
«Esto, empezando por el presidente, pasando por gobernadores y alcaldes, que han hecho de la palabra un arma para atacar a periodistas y esto va enrareciendo un ambiente de bastante adversidad y precariedad contra la prensa», lamentó.
México más violento contra periodistas
Recordó que vergonzosamente el país ya es el más letal para ejercer el periodismo por encima, incluso, de países en guerra.
Sin embargo, las respuestas del estado siguen siendo ineficientes ya sea por «colusión de autoridades con perpetradores, omisión o negligencia grave que al final se convierte en complicidad».
Mencionó que desde Artículo 19, se ha documentado que 49% de las agresiones, en 2020, y prácticamente los últimos 10 años, son cometidas por autoridades públicas.
«El principal perpetrador de la violencia directa contra la prensa son autoridades del estado mexicano, sobre todo a nivel estatal y municipal. El crimen organizado representa apenas 6%», acotó.
Acciones inmediatas
Para revertir este panorama adverso y que el silencio y la censura dejen de ser funcionales para los actores del poder, se deben emprender acciones inmediatas.
- Reconocimiento público de la labor periodística y su aporte a la democracia como contracara de la violencia verbal, agresión y descalificación que vemos día con día por parte de los poderes públicos.
- Fortalecer el Mecanismo de Protección para Periodistas y Personas Defensoras de Derechos Humanos, dotarlo de recursos y personal, porque el mecanismo hoy por hoy está muriendo de inanición.
- Implementación efectiva y eficaz del protocolo para investigar delitos contra la libertad de expresión por parte de la FGR y de las fiscalías locales.
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