El actual proceso electoral, que concluye con las jornada electoral este 6 de junio, será marcado por la violencia contra candidatos, algo que el presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó en la conferencia de prensa de hoy.
«Han querido también dar a conocer que hay mucha violencia con motivo de las elecciones. Como es un tema muy delicado, muy sensible, hemos sido cuidadosos de hablar de lo que sucedía antes, pero les puedo decir que, aun siendo la elección más grande en los últimos tiempos en cuanto al número de candidatos que se van a elegir, aun con los hechos lamentables de violencia, no es lo mismo que lo pasaba antes», explicó el presidente durante la conferencia de prensa matutina de este martes.
Después de esa afirmación, el presidente señaló: «lo puedo probar, nada más que no nos vamos a poner a comparar número de fallecidos, porque no queremos que nadie pierda la vida, nadie, ninguna persona», añadió.
¿Qué tan grave han sido los hechos de violencia en las campañas actuales?
Para Etellekt, empresa de análisis de riesgos que ha dado seguimiento puntual a los hechos de violencia en temas electorales, el proceso electoral 2020-2021 es el segundo más violento en homicidios dolosos contra políticos, desde el año 2000.
Se han registrado 89 políticos asesinados (35 de ellos aspirantes y candidatos), lo cual es 41% inferior a los 152 políticos (48 de ellos aspirantes y candidatos), asesinados en el ciclo 2017-2018, por lo que se sitúa como la segunda más violenta en este rubro, desde el proceso federal concurrente del año 2000.
En relación a los 35 aspirantes y candidatos asesinados, de acuerdo con Etellekt, 30 competían por cargos municipales, 4 por diputaciones estatales y uno más aspiraba por una diputación federal. 7 eran mujeres.
«Yo espero que el domingo sea toda una fiesta cívica y vamos a celebrar, no quién gana, quién pierde, vamos a celebrar el ejercicio democrático, el que de manera libre se lleven a cabo las elecciones en paz, un ejemplo de civismo del pueblo de México», añadió el presidente López Obrador sobre la jornada electoral.
3 preguntas con
Miguel Ángel Toro, Director Nacional de Lic. en Transformación Pública y Gobierno
¿Qué evaluación hace sobre la violencia en el proceso electoral actual?
Ciertamente es un problema muy grave que está enfrentando el país. En particular, este tema de las agresiones en las campañas, porque pareciera que es un tema que se está agudizando y es difícil saberlo aunque existen datos, empresas, consultoras o periodistas que llevan el registro del número de homicidios a candidatos desde hace varias elecciones.
Lo que creo que está pasando, también, es que los ataques ahora están siendo más visibles que lo que pasaba antes, donde siempre ha habido violencia electoral.
Existe un total descontrol en el gobierno actual y también en los gobiernos anteriores de la situación y en combinación entre los gobernadores y el gobierno federal, pues claramente vemos que, si no eres capaz ni siquiera de proteger a los que aspiran a ser funcionarios públicos, entonces, ¿Qué tipo de funcionarios públicos van a poder llegar? ¿Sólo los que estén avalados por el crimen organizado? ¿Sólo los que tengan su propia lana para poder pagarse seguridad privada? Esto plantea un panorama muy grave y una posición complicada hacia adelante, porque si se van agravando las cosas, ¿Qué tipo de elecciones vamos a tener entonces en 2024 y 2027?
¿Cómo evalúa la estrategia de seguridad implementada por el Gobierno Federal y qué hay que mejorar?
En general, yo no estoy de acuerdo con la estrategia de seguridad del gobierno federal porque me parece que -con otro nombre- es más de lo mismo de lo que venimos viendo desde el sexenio de Felipe Calderón y el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Le pueden llamar Guardia Nacional o como quiera, pero a grandes rasgos sigue siendo una estrategia totalmente punitiva de combate al crimen organizado. Por más que el presidente haya tratado de corregir a partir también del desarrollo económico y social (inclusive el discurso que han llevado a otras regiones, como el tema de migración en Centroamérica), además la estrategia seguridad en el país claramente no funciona.
Otra cosa que pasa con respecto a las campañas electorales es que los aspirantes a candidato no reciben seguridad, sólo reciben seguridad o les pueden otorgar seguridad los que ya son candidatos oficiales de un partido, que estén registrados ante el Instituto Electoral de cada Estado o el INE según sea el caso. Entonces, se han visto en esta elección muchos asesinatos y en general agresiones a aspirantes a candidatos y como precandidatos. Eso es como un vacío legal y ese es el tipo de cosas que están agravando el problema.
Es un problema que no están recibiendo ni siquiera la mínima seguridad que les dan cuando ya son candidatos.
El presidente ha dicho que lo ocurrido en este año no es tan grave comparado con años anteriores. ¿Es esta la elección más violenta que hemos vivido?
¿De la que tenemos registro? Sí. Pero cuando el presidente se para en la mañanera, normalmente agarra cualquier tema del cual esté platicando y siempre hace una comparación con el pasado. Absolutamente todo su gobierno vive de la narrativa de antes estábamos peor, según sea el caso y más allá de sí en algunos casos tenga razón o no. Eso es brutalmente irresponsable porque él es gobierno desde hace tres años y es su responsabilidad resolver este tema.
Para eso fue elegido, entre otras cosas, y por una abrumadora cantidad de mexicanos. Entonces es ridícula la posición del presidente, pero además creo que lo que hace referencia es que en México, desde la época revolucionaria de nuestra historia, nunca hemos sido un país muy tranquilo. Hemos tenido períodos más extensos de paz o de control del crimen organizado en distintos momentos.
Es difícil saber si tal vez en el pasado teníamos elecciones más violentas. Sin embargo, aún si el presidente tiene razón, ese es un comentario irresponsable porque es lavarse las manos de su responsabilidad. Él es gobierno y constantemente se le olvida que es gobierno, tratando de escudarse de problemas que le compete a él resolver.