Este miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador puso en marcha el reporte «Quién es quién en las mentiras», una sección de las conferencias matutinas destinada «a dar a conocer la información errónea que se difunde en medios de información convencionales y también en las redes, para que se vaya contando con información, con elementos y tengamos cada vez más una ciudadanía muy consciente, no susceptible de manipulación y que prevalezca siempre la verdad, que es la que nos hace libres», explicó el mandatario.
«Nadie debe de sentirse ofendido. Por encima del interés personal, por legítimo que sea, siempre debe estar el interés general, el interés colectivo. Y vamos a iniciar este proceso», explicó López Obrador sobre el ejercicio que se estará realizando.
El presidente afirmó que, en los últimos tiempos, «por el predominio de la política neoliberal o neoporfirista, la mentira en los medios se convirtió en una constante y no había derecho de réplica; y ahora sí hay réplica, se garantiza el derecho a la información, no hay censura, hay libertades plenas y esto es muy bueno para consolidar la democracia».
A cargo de este informe semanal, que se presentará cada miércoles, estará Ana Elizabeth García Vilchis. «Nos da mucho gusto que haya aceptado porque no todos tienen el valor civil para denunciar con argumentos, con hechos, porque no se trata de calumniar a nadie».
3 PREGUNTAS CON
Juan Manuel Ortega Riquelme, Tec de Monterrey
¿Cuál es su opinión del ejercicio Quién es Quién en las mentiras presentado por el presidente?
Me parece que el Gobierno de la República está en su derecho de construir un espacio para aclarar si hay alguna noticia falsa -evidentemente falsa- y que tergiversa la realidad. Está en su derecho. Sin embargo, lo que me preocupa es si este espacio va a ser utilizado como una herramienta para desacreditar a periodistas o a medios y para, de alguna forma, tratar de contrarrestar la crítica que han venido haciendo los medios a la labor de la cuarta transformación.
Parece ser que el intento no es el de aclarar información, sino ser un mecanismo que antes era utilizado a través de la censura o a través de ciertas herramientas de coacción, pero un mecanismo para deslegitimar a los medios de comunicación y a ciertos periodistas y eso me preocupa, porque en un contexto democrático, los medios juegan un papel fundamental como mecanismo de rendición de cuentas
Preocupa que este espacio sea utilizado de manera política, apoyando los intereses de la Cuarta Transformación y deslegitimado o poniendo en entredicho a los medios, en un contexto ya de por sí difícil para los medios de comunicación y en un contexto en donde vemos un proceso de cuestionamiento de las instituciones que pueden construir mecanismos de pesos y contrapesos frente al poder presidencial.
¿Cuál será la respuesta cuando organismos internacionales hablen de respeto a la libertad de expresión?
Es preocupante porque, finalmente, yo creo que lo que debe hacer cualquier gobierno es fomentar un contexto de rendición de cuentas. ¿Cómo? Pues siendo más transparente en el manejo de esa información, en el manejo de los recursos. Si eres transparente, no habrá todas las críticas y se verán mitigadas. Si no eres transparente y si tergiversas la realidad o intentas tergiversar la realidad, pues me parece que los medios de comunicación o las instituciones autónomas tienen mucho que decir.
Además , esto se da en un contexto de continuo golpeo a los medios de comunicación. ¿Por qué? Porque los medios de comunicación son una herramienta y lo que estamos viendo es que a la cuarta transformación no le gusta que la pongan en entredicho y no le gusta que haya mecanismos de rendición de cuentas que limiten el poder que tiene, sobre todo el poder que tiene el Presidente de la República.
¿Existen otros ejercicios similares en el mundo? Por ejemplo, en Estados Unidos el ex presidente Trump cuestionaba también a medios y de ahí surgió el término Fake News.
Pues hizo lo mismo Trump y generalmente los gobiernos populistas, sean de izquierda y de derecha. No les gusta que haya herramientas que limiten su poder.
El presidente Trump fue un ejemplo clásico de un continuo golpeteo a los medios. A ciertos medios de comunicación que eran críticos a su gobierno los puso en entredicho.
Pero esto es aún más grave, porque en Estados Unidos los medios de comunicación están muy institucionalizados como parte fundamental de la democracia americana. Los medios son un mecanismo esencial en la rendición de cuentas. Pero aquí todavía tenemos una institucionalidad endeble por parte de los medios de comunicación. Les ha costado trabajo florecer por muchas razones: corrupción, crimen organizado, etcétera. Es una situación difícil y el presidente no abona. No lo llaman censura, pues evidentemente es un mecanismo para censurar, para acallar a los medios de comunicación que no les son afines.
Ahora, esto no quiere decir -de ninguna manera- que la Presidencia de la República tiene derecho de aclarar. Pero bueno, pues me parece que podría ser muy sencillo y simplemente sugerir un sitio web como lo hizo el INE ante las elecciones.
Lo que debemos exigir, es que haya más transparencia, no que haya un mecanismo de censura en los medios. Yo creo que se resuelve con más democracia, no con menos democracia. Lo que necesitamos es más democracia, más claridad.
Reacciones en redes al «Quién es quién en las mentiras»
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