El regreso a los emparrillados de Tony Romo, mariscal de campo de Vaqueros de Dallas, está más cerca, toda vez que su entrenador en jefe, Jason Garrett, se dijo satisfecho por la mejoría que mostró en los últimos días.
El quarterback presenta molestias en la espalda desde la pretemporada, incluso se sometió a una cirugía, pero se resintió tras recibir un golpe en la derrota de la “estrella solitaria” el lunes 27 de octubre ante Pieles Rojas de Washington.
La lesión le impidió aparecer en la segunda caída consecutiva de su equipo frente a Cardenales de Arizona, sin embargo, a lo largo de la semana se ha reportado la evolución del estado físico de Romo y en esta ocasión, fue el coach quien se encargó de incrementar la esperanza de su reaparición.
“Se veía muy cómodo. Claramente está dejando de lado este problema, quería retomar su movimiento hacia atrás, tanto en la bolsa de protección así como lanzando el balón. Creo que tuvo un gran día ayer (jueves)”, reconoció Garrett.
Si bien el jueves tuvo actividad limitada, esta mañana volvió a los entrenamientos con sus compañeros, para ilusionar a la franquicia “azul y plata” con que su pasador titular retome las riendas de su línea ofensiva el domingo ante Jaguares de Jacksonville en el estadio Wembley.
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