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Arrecifes de coral: El agua caliente mata

Los arrecifes de coral son hogar del 25% de las especies marinas del mundo y proveen de ingresos a 500 millones de personas, según la ONU, pero estos frágiles ecosistemas están en gran peligro

Ponga su cabeza bajo el agua de la Gran Barrera de Coral y entrará hasta otro mundo. La explosión de color, las formas del coral y los intensos movimientos de los peces entregan un panorama fantástico de figu­­ras.

El vasto arrecife de coral de Australia en la costa noreste es realmente único y como tal figura en el Patrimonio de la Humanidad. Pero como todos los arrecifes de color construidos en aguas cálidas, este importante ecosistema está en serio peligro. Lo que más ha afectado es el calentamiento del agua causado por el cambio climático, la acidificación de los océanos y la contaminación.

Sin embargo, hay esperan­za, de acuerdo con Nick Hea­th, de la WWF de Australia.
“Estoy feliz de decir que hay muchos arrecifes todavía sanos. Pero desafortunadamente 700 arrecifes están en riesgo, debido a la contaminación que proviene de las ciudades cercanas”, afirma. Sobre el 90% de esta polución viene de los cultivos –duran­te la es­ta­ción anual de lluvias, los arrecifes se inundan con pla­­guicidas agrícolas y fertili­zantes.

Una buena señal es que el Gobierno de Australia y el estado de Queensland se han comprometido a rebajar la polución en un 50% para 2013. Si hay éxito, la baja en la contaminación ayudará a hacer a los arrecifes más resistentes al calentamiento global y la edificación de los oceános, aun­que tomará tiempo.

“Por lo tanto, podría em­peorar antes de mejorar. Tal vez no sea suficiente y que en última instancia, se debería reducir la contaminación hasta en un 80% en 2020 para salvar el arrecife”, dice Nick Heath.

Los corales son delicados. El calentamiento y la acidez del agua llevan a la decolo­ración de esta especie. La agricultura y la tala de los bosques cercanos a la costa llevan contaminación y los sedimentos que asfixia a los corales que necesitan luz para crecer. Los arrecifes interiores son los más afectados y también ya están en peo­res condiciones que los exterio­res, en el Norte y el Sur.

La industria de los arre­cifes, desde la pesca al tu­ris­mo contribuyen con 5.8 bi-llones de dólares australianos a la economía de la isla en 2004.

El turismo, sin embargo, puede ser un triunfo para la Gran Barrera de Coral. “En la WWF creemos que el turismo es bueno para la conservación. Si ves la maravilla que es la Gran Barrera de Coral con tus propios ojos, querrás salvarla. Eso te lo aseguro”, explica Nick Heath.

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