A Martín Omar Estrada Luna, “El Kilo”, ya lo tenían en la mira los altos mandos de “Los Zetas” por su violenta incursión en San Fernando, Tamaulipas, por lo que le pidieron que se controlara y redujera su forma de actuar, sin embargo, se empeñó en secuestrar a migrantes para obligarlos a participar en la organización o en su caso matarlos si se negaban, publicó Excélsior.
Esta actitud furibunda llevó a las fosas clandestinas a 217 personas, 72 el año pasado en una ranchería del citado municipio, y 145 hallados hasta el momento en la misma localidad. Las autoridades lo señalan como el autor intelectual de los plagios de grupos de migrantes que iban hacia EU y quien dio las órdenes de ejecutarlos.
De acuerdo a datos de la Secretaría de Marina, el grupo criminal calificaba a su elemento, presunto jefe en San Fernando, como un “psicópata que resultaba incómodo”, por haber generado violencia innecesaria en el municipio. “El Kilo” fue detenido el pasado 16 de abril sin que se realizara un solo disparo.
UN HOMBRE VIOLENTO Y SIN REMORDIMIENTOS
A Martín Omar Estrada lo “pusieron” sus cómplices. La detención de el hombre que mandó a matar a 217 personas, según las autoridades, se debió en gran parte a que sus hombres de confianza lo delataron. Algunos de los 24 que fueron capturados antes que “El Kilo” dieron pistas sobre su paradero, publicó Milenio.
Algunos cómplices quisieron cooperar, pues el trato que les daba no era el mejor: “Hay narcos que se quejan de él y algunos dieron pistas sobre el lugar en que tenía su guarida”. De acuerdo con la Marina, Estrada es sumamente violento y de carácter explosivo, que disfruta su lugar dentro de “Los Zetas”, sin remordimientos al matar y ordenar asesinatos
Y ese carácter lo mostró antes de su presentación a la opinión pública: Cuando era trasladado por marinos en las instalaciones navales tuvo que ser sometido porque logró quitarse las esposas. Ante el hecho, decidieron colocarle un seguro doble.
También lo retratan los elementos que actuaron en el operativo, llevado a cabo a las seis de la mañana del sábado 16 de abril en la colonia Vamos Tamaulipas, en Ciudad Victoria. Según los testimonios, llegaron por sorpresa a la residencia y cuando estaba dormido lo capturaron.
A pesar de estar copado por elementos de la Marina-Armada de México: “Estaba rejego con nosotros. Oponía resistencia con mucha fortaleza física. Durante el tiempo que duró la captura no se mostró dócil, pero afortunadamente no hubo balazos”, explicaron.