Luis Orozco no sólo prolongó su apodo de El Chuletas a sus hijos, sino que les heredó el amor al deporte y el olfato goleador.
El ex delantero comenta a Publimetro su papel como padre y amigo de Javier y Luis, delanteros de Cruz Azul y Tijuana, respectivamente.
Orozco comenta que por su parte, como padre y ex futbolista, la relación de su familia con el balompié funciona, lo que atribuye a la disciplina y respeto al trabajo.
“Empecé a jugar futbol a los 18 años, les inculque el gusto por este deporte a mis hijos”, afirma.
“Me siento muy orgulloso de ellos, porque en primer lugar como personas son excelentes y como futbolistasse han mostrado, poco a poco, por lo que están haciendo”, agrega Orozco padre.
Además de ser guía en las vidas, también es su compañero, quien los apoya durante la carrera, según sea el caso.
“Como padre soy su primer crítico en la cancha, siento que como papá me gusta apoyarlos muchísimo, cuando están bien o están mal; es lo que ellos tienen en mi, un padre que siempre los está ayudando”, explica El Chuletas.
El enfrentamiento de sus hijos la próxima temporada será inevitable, por lo que el mayor de la dinastía de los Orozco no tendrá un favorito.
“Estoy muy feliz, sé que van a jugar, pero siento que le voy a los dos. Lo ideal es que empataran y metieran goles mis hijos. Cuando esté viéndolos en televisión, va a ser algo muy hermoso para mí y la familia, porque es algo que queríamos ver desde hace mucho tiempo”, finaliza Luis Orozco.
Los primeros pasos
Luis Orozco jugó como delantero en Tecos, Salamanca e Irapuato. En su paso por la primera y segunda división era conocido como El Chuletas , apodo que le puso su abuelo.
“Cuando era chico, vivía con mis abuelos, yo era muy delgado, como Luis mi hijo, y mi abuelo una vez me regañó y me dijo: “Ándale, Chuleta, porque estás flaco como una chuleta. Y así fue como nació el apodo”.
Romperredes
El Mochis Orozco, como también era conocido, habla de las cualidades que sus hijos, Luis y Javier, heredaron de él. “Yo veo en los dos que tienen algo de mí; Javier posee la potencia, la definición y Luis usa el drible y la velocidad. El Chuletitas tiene algo que es el juego muy versátil que remata tanto con la cabeza como con el pie, perfil derecho, perfil izquierdo, eso es lo que heredaron mis hijos”.
“Hace como dos años jugamos los tres juntos en un partido a beneficio. Luis, por izquierda, Javier por derecha y yo como delantero”.