Por: Inmaculada Tapia/EFE eportajes
El dormitorio es su reserva particular, el lugar donde concentrarse en los estudios y en el que dar rienda suelta a su imaginación, por eso es tan importante que ellos también decidan, los colores, las formas de las cortinas o la decoración de la pared. Deben dejar su sello, dar su propio control de calidad, siempre dentro de unos límites razonables.
Precisamente es ahí, en los límites, donde a los padres les toca ser más flexibles, pulsar su opinión y ceder a algunas de sus demandas resulta indispensable, especialmente cuando ya son preadolescentes.
Los más pequeños pretenden recrear el mundo de ilusiones de los cuentos, pero se impone el criterio de lo duradero. Los interioristas de El Corte Inglés proponen diseños atemporales en diferentes acabados, como el dormitorio Brisa, con el que logrará que todos los sueños se hagan realidad pero, además, que pueda servirle para diferentes temporadas.
Una práctica cama nido, con las estanterías o con la cajonera, se puede complementar con las visitas de los amigos y así que se queden una noche y la vivan como una escena de uno de sus videojuegos favoritos.
Para las que se sienten princesas de su propia vida. Hay camas con dosel con las que podrán convertir su lugar de descanso en un deslumbrante “palacio”, que también se puede transformar en una casita para las muñecas.
Los adolescentes conviven con intensidad con sus amigos. La pieza clave en estos casos es un sofá, cómodo, sencillo, con una tapicería resistente, donde puedan conversar y contarse sus más íntimos secretos, escuchando algo de música.
Más ideas
-Ofrece posibilidades, si a tu hijo o hija lo que le gusta es el bosque, la naturaleza. Nada como que parezca que tiene su cama en un árbol y duerme bajo las estrellas.
-Para los más movidos se pueden encontrar mobiliarios de divertidos colores y con dibujos, donde se incluye una zona de estudio y espacio para juegos.
-Ellos quieren crear su propio espacio, permita que la creatividad tenga su hueco.