Con un georradar, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) detectaron anomalías en un par de cavidades del Templo de las Inscripciones de Palenque, en Chiapas.
Este estudio forma parte de un proyecto de colaboración entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS) de Francia, informó la dependencia en un comunicado.
Precisó que las anomalías detectadas corresponden a un par de cavidades de entre dos y tres metros en la parte frontal del templo y también se corroboró que la cripta de Pakal II no recae sobre la roca original, lo que indica que la cámara funeraria no fue el punto de partida para levantar la construcción maya, como sugirió el arqueólogo y descubridor, Alberto Ruz Lhuillier.
En el proyecto participan los ingenieros José Ortega Ramírez y Luis Ángel Villa Alvarado, del Laboratorio de Geofísica del INAH, así como los doctores Maksim Bano y Pascal Sailhac, del CNRS, quienes se enfocan en el estudio de la zona arqueológica localizada al noreste de Chiapas, con la aplicación de técnicas geofísicas.
Para el doctor y profesor del Instituto de Física del Globo de la Universidad de Estrasburgo, Maksim Bano, el interés por este proyecto radica en conocer el aspecto físico del subsuelo del Templo de las Inscripciones, así como “los secretos que pueda guardar la cámara funeraria de un personaje como Pakal”.
En 2010, con motivo del descenso de la lápida de siete toneladas que cubre el sarcófago de Pakal II y a fin de conocer el estado que guardaba junto con el subsuelo, se realizaron trabajos con georradar y se hicieron cuatro sondeos experimentales de Tomografía Resistiva Eléctrica, refirió la institución.
El responsable del proyecto por el grupo mexicano, José Ortega Ramírez, explicó que en ese entonces la información obtenida por la ERT indicó “una zona muy conductiva de la energía eléctrica, entre dos y tres metros de profundidad, en la parte norte. Los resultados del georradar fueron similares”.
Con el objetivo de determinar las posibles fuentes de humedad que afectan el interior de la cripta de Pakal y conocer su relación con la arquitectura del edificio, se utilizó la técnica de tomografía eléctrica, aplicada en la parte posterior del templo, en una sección de 40 m largo y a una profundidad de 10 m.
De acuerdo con los investigadores, la cripta de K’inich Janaab Pakal, descubierta hace más de 60 años por Alberto Ruz Lhuillier, no reposa sobre roca madre u original, sino tal vez encima de una estructura construida con lajas muy grandes y rellenas con fragmentos de piedra.
Esta información obtenida en 2010 se pretende verificar con el uso de un georradar de manufactura sueca, proporcionado por el CNRS.
Durante los trabajos en el templo representativo de una de las ciudades más importantes de la cultura maya se han combinado el Georradar de Penetración Terrestre con el método de Tomografía Resistiva Eléctrica.
En ese sentido, el ingeniero y técnico del Laboratorio de Geofísica del INAH, Luis Ángel Villa Alvarado, indicó que los efectos de la tomografía son similares a los de un electrocardiograma en el cuerpo humano, “sólo que en nuestro caso nos valemos de electrodos en los que introducimos corriente 200 mili-amperes”.
De esa forma, acotó, se propaga energía a través del subsuelo y se leen las diferencias de potencial que se generan por la interacción de la electricidad en el medio.
En los recientes trabajos, la aplicación de esta tecnología en la tumba de Pakal se ha enfocado a la identificación del tipo o tipos de fracturas y, en general, al estudio del subsuelo, para elaborar un modelo electromagnético, con el cual se podría conocer el estado estructural del piso y poder justificar la carga y la presión ejercidas por las 28 toneladas del sarcófago.
A lo anterior, el ingeniero José Ortega Ramírez agregó que “desde el punto de vista físico es muy probable que se formaran fracturas en el piso cuando su descubridor, Alberto Ruz Lhuillier, decidió que la lápida de siete toneladas fuera sostenida por rieles. Actualmente la losa ya reposa de nuevo sobre el sarcófago, lo que en total suma 28 toneladas”.
Señaló que llevan un sondeo con georradar y una vez que los datos sean procesados e interpretados, estarían en la posibilidad de conocer las fracturas y posibles estructuras producto de la actividad humana en el subsuelo.
Explicó que a partir de los datos se hace una inversión mediante un proceso matemático, generando un perfil del subsuelo en dos dimensiones. Esta sección se construye y correlaciona espacialmente para darle al arqueólogo la coordenada en superficie donde podría efectuarse una excavación.
A su vez, el arqueólogo Arnoldo González Cruz, responsable de los trabajos arqueológicos en el sitio de Palenque, dijo que con la información obtenida con el uso del georradar y la tomografía de resistividad eléctrica, se busca desarrollar en conjunto un proyecto de exploración.
Apuntó que “es cierto que existe esta teoría en torno a un acceso a la tumba de Pakal II por la parte frontal del edificio, pero esto no dejará de ser mera especulación hasta que no se haga un trabajo más formal, arqueológico, en el exterior, y apoyado en este tipo de tecnología de prospección geofísica”.
Refirió que no es posible descartar o corroborar por el momento, que las anomalías reportadas en el frente del Templo de las Inscripciones se trate más bien de una antigua red hidráulica.
De acuerdo con González Cruz, durante un proceso de excavación realizado en 2012, “se encontró la porción de un canal que parece atravesar la parte inferior del edificio y continuar hacia el norte de la plaza, habría que comprobar su extensión y su distribución, igualmente por métodos geofísicos”.
En el Templo de las Inscripciones, al igual que en el Templo XIII (donde se encuentra la tumba de la Reina Roja), se realizan trabajos de mantenimiento para sustituir las juntas de cemento por una argamasa de cal -gravilla que evita la filtración de agua de lluvia-.
“La intención es llevar a cabo estas labores en los nueve cuerpos del Templo de las Inscripciones, al momento hemos trabajado tres cuerpos y medio, más la escalinata principal. En 2014 daremos continuidad en la fachada norte y posteriormente en la Este”, puntualizó González Cruz.
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