Clemente es nieto de Roque Leonel Olvera, quien creó el primer taller de fabricación de relojes en América Latina, en 1909; y es hijo de Roque Leonel Olvera, creador del reloj floral del Parque Hundido. Sin embargo ahora, con la internacionalización de sus creaciones, él busca imprimir su propio sello a una dinastía de relojeros monumentales.
Igual que a sus antepasados, a Jesús Clemente Olvera Trejo le gusta crear las piezas de sus relojes fundiendo cada una; diseña modelos nuevos; y también fabrica los carillones que les dan la melodía característica.
¿Qué es un relojero monumental?
–Un relojero monumental es alguien que tiene el oficio de poder entender, hacer e instalar un reloj grande, como los que están en las iglesias; son relojes con engranajes enormes y que tienen características que los hacen diferentes de los convencionales.
Nosotros vamos a los campanarios y las plazas a cambiarlos, darles mantenimiento o repararlos, a pesar de que muchas veces las condiciones del espacio complican la tarea.
Por ejemplo: cuando vamos a instalar uno nuevo, primero hay que subirlo por partes a campanarios de más de 10 metros de altura, armarlo, alinearlo y colocar las campanas. Un reloj monumental es mecánica pura.
¿Cuánto tiempo le invierte a la fabricación de un reloj?
–Un reloj de 1.80 metros de altura y de 1.15 de longitud me lleva cuatro días. En promedio, un reloj pesa 250 kilos con todo y campanas.
¿Sólo usted los instala o alguien más de su fábrica realiza esa tarea?
–Sólo yo.
¿Cuántos relojes ha instalado en el país?
–En el país hay más de seis mil relojes instalados entre relojeros nacionales y extranjeros. De ésos, cuatro mil 500 fueron instalados por mi padre y mi abuelo. Por mi parte, he colocado unos mil 200, contando los que están en México y en otros países; casi todos en Latinoamérica.
¿En cuántos países ha instalado relojes?
–He instalado 45 relojes en Venezuela, Colombia, Cuba, El Salvador, Guatemala y Estados Unidos. Próximamente colocaré uno en Villa Alemana, Chile, y otro más en una pequeña iglesia de Portugal.
¿Cuánto cuesta un reloj monumental?
–En promedio, 15 mil dólares, ya instalado.
¿Quiénes son sus principales clientes?
–Autoridades del clero y el Gobierno.
¿Cuántas empresas relojeras hay en México?
–Tres empresas en Zacatlán, Puebla; en Aguascalientes, una; y en Guadalajara, otra. Seis en todo el país.
Percepción
“El tiempo es un sentido, como el de la vista o el oído”.
Jesús Clemente Olvera Trejo, gerente general de Relojes Olvera Tercera Generación.
Filosofía
1. Réplica. En la última semana de agosto, participará en una exposición en el World Trade Center de la Ciudad de México, para la que fabricará un reloj similar al que aparece en la película La Invención de Hugo Cabret; los asistentes podrán entrar y conocer su funcionamiento.
2.Tradición. Durante la licitación para la reparación del reloj floral del Parque Hundido, Olvera Trejo ofreció realizar el trabajo de forma gratuita; sin embargo, el encargo fue hecho a relojes Centenario.
3. Familia. Para homenajear a su abuelo, Clemente Olvera construyó una réplica idéntica de dicho lugar.
Números
•Producción. Hasta 150 relojes mecánicos son producidos sólo por Clemente Olvera en un año. En la primera década del siglo pasado, su abuelo se tardó tres años en fabricar uno.
• A la baja. Se calcula que actualmente en el país hay seis mil relojes monumentales, principalmente en campanarios de iglesias, aunque se estima que 50% de éstos no funcionan por falta de mantenimiento.
• Escasos. En México existen sólo seis relojeros monumentales, entre ellos Clemente Olvera.
• Tradición vs. modernidad. La llegada de los relojes digitales o eléctricos ha impactado en la fabricación de los que funcionan a base de mecánica pura. La modernidad los ha hecho más baratos, por lo que no hay la necesidad de que un técnico o especialista los asista.
Historia
El reloj del Parque Hundido
Creado en 1977 por la empresa Relojes Centenario de Zacatlán, Puebla, su superficie mide 78 metros cuadrados y su carátula es de diez metros de diámetro.
Es uno de los más grandes en su clase; ya no solamente del país, sino del mundo.