Las marchas, el clima y la comida están empezando a cobrar factura a los maestros de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), pues las enfermedades respiratorias, las gastrointestinales, así como infecciones oculares y callosidades les han declarado la guerra.
La CNTE marchará este día hacia Los Pinos
La fila para ser atendidos en el único consultorio que se instaló en el plantón del Zócalo es de 10 personas a las 21:30 horas de la noche, y para las 23:00, apenas han pasado a revisión cuatro. Mientras más y más maestros se suman a la cola.
“(La situación) empeora porque con uno que esté enfermo en una carpa, contagia a los demás”, relata el doctor que prefiere no dar su nombre, porque la entrevista no pasó por el visto bueno del líder de la sección.
Gripa, tos, fiebre, estreñimiento, diarrea, dolor de espalda, infecciones en los ojos son afecciones atendidas en este consultorio. Las demás, como ampollas en las palmas de los pies y cortadas menores, sólo son paliadas con agua caliente.
Carmela, una maestra indígena de la costa oaxaqueña, asegura que sólo en medicamentos para aliviar la tos que “agarró” el miércoles pasado, cuando los sorprendió el agua en Paseo de la Reforma, se gastó 200 pesos.
“Tuve que pedirle a unos compañeros que me dejaran comer con ellos porque se me fue lo de la comida en las medicinas. Un jarabe cuesta más de 50 pesos”, aseguró.
En otra carpa, de una delegación de Tuxtepec, el “compañero Martín” empezó con dolor de huesos el viernes y para el domingo ya eran cuatro los integrantes del grupo que estaban “gripientos”.
“Aun así tenemos que salir a marchar, a defendernos, porque no nos vamos a dejar y aunque estemos enfermos seguiremos en la lucha”, sentencia Martín.
Frente a Catedral, los maestros que se resguardan en una carpa azul pusieron su anafre a tres metros de una letrina que fue tapizada con bolsas negras y de la cual cuelga un letrero: “Sólo mujeres. Sólo pipí”.
“De los cinco, cuatro estamos enfermos. El gasto en medicinas va de 200 a 300 pesos cada uno. Ya no necesitamos comida, lo que queremos es medicamentos”, pidió Erika, maestra de primaria.
Los datos
1.- “No hay una sola carpa que no tenga a, por lo menos, dos enfermos”. Médico de la CNTE
2.- El tiempo de espera en el único consultorio del plantón va de 15 minutos a media hora. Los medicamentos gratis se han terminado, por lo que los profesores tienen que comprarlos
