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El fallecimiento de los cinco elementos de la Policía Federal en un accidente aéreo en Guerrero es “una profunda perdida para México y para esa institución”, declaró el presidente Enrique Peña Nieto durante una ceremonia.
En el Monumento al Policía Caído ubicado en el Centro de Mando de la corporación en Iztapalapa donde se colocaron cuatro féretros flanqueados con arreglos florales destacó la labor humanitaria realizada en los últimos días por la Policía Federal, el Ejército y la Marina.
Los policías honrados murieron el 19 de septiembre al desplomarse el helicóptero Black Hawk en el que llevaban víveres a la comunidad de La Pintada, ubicada en Atoyac de Álvarez, Guerrero.
Durante el acto destacaron la labor de los capitanes Enrique Briceño Martínez, de 57 años de edad, y Desiderio Rosado Zárate; de 43 años, piloto y copiloto, respectivamente.
Asimismo, el mecánico de vuelo José Ramón Peláez Prado, de 37 años de edad, y los elementos de operaciones especiales Julio César Zarco Castro, de 29 años, e Isaac Escobar Bustamante, de 32.
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