Conocí a Veronika Larsson en un espacio de comentarios on-line del periódico The Guardian.
A comienzos de agosto, ella escribió bajo el username TheIneffableSwede, sobre cómo fue objeto de acoso sexual en uno de los juegos en línea más grandes del mundo. Después de haber sido ignorada por los moderadores, ella se volcó hacia el CEO, quien reaccionó sacándola por lo “persistente que era con este problema”.
La historia fue tan notable que The Guardian la citó en su totalidad en una entrada de blog.
En la web de dicho medio, Veronika había escrito comentarios inusualmente largos e inteligentes durante más de un año y como ella afirmaba que era sueca, decidí entrevistarla sobre su experiencia.
Leyendo todos sus tres mil 600 comentarios y tomando nota de toda la información personal que dio, pronto encontré su verdadera identidad: Veronika Larsson.
La joven dijo que había nacido en Malmö, pero más tarde se había mudado a Berkeley, California, y después a Londres, donde estudió economía en una prestigiosa escuela.
En mi investigación había encontrado cientos de fotos que había publicado, mostrando una vida social activa y emocionante, con románticos novios y amigos.
Casi todas las fotos eran de ella misma: una chica joven, de 23 años (según escribió), con una sonrisa impactante y un largo y rubio cabello.
Desde 2007 había estado conectada en más de una docena de diferentes redes sociales y sitios web, como por ejemplo Google+, YouTube, Second Life, Blogger, una página web personal y escrito un sinnúmero de comentarios en espacios web de diversos periódicos. Ella adoraba los libros y frecuentemente había citado a Hemingway e hizo referencias a las actitudes de los antiguos griegos.
Pero cuando llamé a la Agencia Sueca de Impuestos, me enteré que Veronika Larsson no había nacido en Malmö en 1989 ni en 1990 ó 91. Y tampoco la Escuela Catedralicia de Lund o la London School of Economics, donde supuestamente había ido a estudiar, podían informar que habían tenido una estudiante llamada Veronika Larsson.
Lo que realmente confirmaba mi sospecha de que Veronika tenía una identidad falsa era un post o entrada en su blog del escritor Richard Cox. En el post de noviembre de 2012, él describía cómo Veronika lo había contactado en 2007 en Myspace.
Ellos comenzaron a enviarse largos correos electrónicos que pararon cuando Richard, después de haber notado anomalías en las direcciones IP de Veronika, cuestionó si ella era realmente quien decía ser. Y a Richard le llamó la atención lo inteligente que era.
“En largas discusiones, por ejemplo, predijo la gran crisis financiera de 2008”, me dijo por teléfono.
Veronika Larsson también había causado estragos en la comunidad política My left wing y aquí había usado otros distintivos que llegué a conocer.
A pesar de todas las evidencias, la necesidad maniaca de contar su historia se volvía imposible, ya que no se puede determinar quién está detrás de su teclado.
Pero tal vez la esperanza no había terminado. La persona a quien Veronika había robado las fotos por seis años, la joven rubia, quería claridad en esta historia. Su nombre es Tiffany Olson.
“No tenía ni idea”, comentó por teléfono Tiffany, quien se describe como una estadounidense normal y comenta que nunca había oído sobre Veronika antes de que yo la contactara. Ahora Olson está pensando en contar su experiencia en el programa de MTV, Catfish, el cual va detrás de las personas que tienen identidades falsas on-line. Le dije que su historia sería impactante si MTV la acabara y esto la podría volver famosa.
“Sería mejor ser conocida por eso que ser conocida por alguien quien no soy”, concluyó.
