Los diputados y senadores primerizos, sin experiencia legislativa previa a su cargo, se convirtieron en una mayoría importante en el Congreso mexicano.
Un estudio de la consultoría Reporte Legislativo evidenció que ocho de cada 10 integrantes de la Cámara de Diputados y cuatro de cada 10 senadores nunca se habían desempeñado como legisladores federales.
Esto significa que 405 de los 500 diputados actuales no habían sido representantes populares a nivel federal, mientras que 47 de los 128 senadores se encuentran en la misma posición.
Gerson Mata Estrada, director del Reporte Legislativo de Integralia Consultores, explicó que la falta de experiencia es un factor que modifica el nivel de la productividad y eficiencia legislativa, sobre todo al interior de los asuntos tratados en las comisiones.
Evidenció que la presencia de los legisladores primerizos refuerza la presencia de los coordinadores y líderes parlamentarios, quienes se convierten en los verdaderos negociadores de las reformas, iniciativas y acuerdos.
Indicó que representantes como Manlio Fabio Beltrones, actual coordinador de los diputados del PRI, se vuelven un personaje clave para defender los proyectos e intereses de sus partidos e, incluso, modificar las posturas de los integrantes de otras bancadas.
Existen otros, apuntó, como Ricardo Monreal, diputado del Movimiento Ciudadano, que se vuelven “políticos de fotografía”, que imponen récords al participar en un sinnúmero de veces en la tribuna, pero que sus planteamientos son para protestar y cumplir con su papel de opción, sin influir en las votaciones del Pleno.
Legisladores reconocen problemas de desempeño
La productividad legislativa es difícil de medir, porque no existe un índice oficial que evalúe el desempeño de los integrantes del Congreso.
Luego de que Publimetro informó que el Parlamento de nuestro país es el cuarto más caro del mundo y el segundo con mayor burocracia, Jorge Villalobos, vicecoordinador del PAN en la Cámara de Diputados, señaló que es urgente hacer una revisión a los gastos administrativos, laborales, consumo de papel, consumibles, llamadas telefónicas y viáticos, entre otros, para evitar fugas de dinero.
Indicó que más allá de sólo revisar las iniciativas, puntos de acuerdo o asistencias, urge verificar el perfil académico y político de los legisladores e impulsar su profesionalización.
Las cifras
Diputados
81% de los integrantes de la Cámara Baja carecen de experiencia legislativa previa a nivel federal. De los 500 legisladores, sólo 95 han sido diputados, senadores o ambos en otras legislaturas.
55% de los diputados cuentan con estudios de licenciatura; 20.4% de maestría; 3% de doctorado; 3.6% de pasante o licenciatura trunca; 6%, otro tipo de educación; y 12% (equivalente a 59 legisladores) no reportó su nivel educativo al Sis- tema de Información Legislativa.
Senadores
37% de los representantes en la Cámara Alta no se han desempeñado, anteriormente, en el ámbito legislativo. El 51% tiene experiencia previa como diputado; 11% ha sido senador y diputado; y 1%, sólo senador.
48% de los senadores cuentan con estudios de licenciatura; 31%, con maestría; 7%, con doctorado; 8% es pasante o tiene licenciatura trunca; 5.46%, otro tipo de educación; y sólo uno de los 128 senadores no reportó su preparación académica al Sistema de Información Legislativa.
En San Lázaro
63.2% son hombres
36.8% son mujeres
En el Senado
66.4% son hombres
33.6% son mujeres
TE RECOMENDAMOS:
¿Sabes cuánto ganan los diputados y senadores?
Congreso mexicano, entre los más caros del mundo
VIDEO: ¿Cómo vive un político sueco?
Legisladores reconocen problemas de desempeño
¿El Congreso es caro y obeso?
La productividad legislativa es difícil de medir, porque no existe un índice oficial que evalúe el desempeño de los integrantes del Congreso. Luego de que Publimetro informó que el Parlamento de nuestro país es el cuarto más caro del mundo y el segundo con mayor burocracia, Jorge Villalobos, vicecoordinador del PAN en la Cámara de Diputados, señaló que es urgente hacer una revisión a los gastos administrativos, laborales, consumo de papel, consumibles, llamadas telefónicas y viáticos, entre otros, para evitar fugas de dinero. Indicó que más allá de sólo revisar las iniciativas, puntos de acuerdo o asistencias, urge verificar el perfil académico y político de los legisladores e impulsar su profesionalización.