Una agrupación estudiantil derechista de la Universidad de Texas canceló su juego “Atrapa a un inmigrante ilegal”, se informó el martes.
El grupo texano “Jóvenes Conservadores” dijo que temía recibir sanciones de las autoridades universitarias, según las cuales el juego violaba el código de honor de la institución.
La actividad consistía en que los miembros del grupo llevaban carteles con la leyenda “inmigrante ilegal” y ofrecían premios de 25 dólares a los estudiantes que los delataran y los entregaran al club.
El vocero del grupo, Lorenzo García, reconoció que la idea era “extravagante”, pero que la universidad no debía reprimir las protestas estudiantiles. Añadió que la intención era provocar un debate sobre la reforma migratoria.
La ley de Texas permite que los estudiantes que se encuentran de manera irregular en el país paguen la misma matrícula reducida que los habitantes del estado. Muchos republicanos quieren derogar esa legislación.
Las autoridades universitarias dijeron que el trato entre estudiantes debe ser respetuoso.