Desde hace más de seis años el fenómeno de migración se ha recrudecido en Michoacán debido a los actos de violencia.
El objetivo ya no sólo es cruzar hacia Estados Unidos de mojados, sino por lo menos escapar a estados aledaños como Jalisco o Colima.
Todo tipo de ciudadanos han salido de “su tierra”: comerciantes, estudiantes, ganaderos, campesinos, empresarios e, incluso, equipos deportivos.
Ello para no ser amedrentados por las cuotas que piden los grupos delictivos como los Caballeros Templarios o, en su defecto, ser presas de asaltos o tiroteos.
De acuerdo con la directora del Consejo Estatal de Población (Coespo), Clara Ochoa Valdés, ocho municipios michoacanos registran el fenómeno de los desplazados, principalmente aquéllos en los que ha aumentado la inseguridad y han surgido los grupos de autodefensa.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Michoacán (CEDH) confirmó que hasta el domingo pasado, 60 personas abandonaron Apatzingán y Parácuaro, debido a la violencia que se ha vivido en esa zona en los últimos días. Sin embargo, la cifra puede ser más alta, pues muchos de los desplazados no reportan la salida de sus localidades.
Ochoa Valdés aseguró que no hay cifras precisas de cuántos michoacanos han sido desplazados de sus comunidades de origen, porque nadie lleva dicho registro. Pero con base en versiones periodísticas, tan sólo en 2013, al menos dos mil 500 han salido de la entidad –10% es gente que procura mejores condiciones de seguridad y 90% lo hace para buscar empleo.
Por otra parte y a pesar de la nueva estrategia instrumentada por el Gobierno federal con la creación de un comisionado para la seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo sigue el éxodo de centenas de familias hacia Colima y Jalisco, principalmente.
Desplazados
Ésta es la lista de los municipios que han sido abandonados por sus pobladores:
• Aguililla.
• Apatzingán.
• Aquila.
• Buenavista.
• Coalcomán.
• Tepalcatepec.
• Tancítaro.
• Vista Hermosa.
Cronología
– 30%creció la demanda de lugares en los planteles de Ocotlán, Atotonilco y La Barca por el éxodo de estudiantes provenientes de Michoacán, reveló el rector general de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Tonatiuh Bravo.
– 10vehículos y tres bodegas de Sabritas fueron quemado el año pasado en tierras michoacanas. En mayo de 2013, las empresas Danone y el grupo farmacéutico Saba se fueron de la entidad por la inseguridad y trasladaron sus sedes a Querétaro y Jalisco, respectivamente.
– El equipo de futbol Limoneros de Apatzingán, de la tercera división profesional, envió a sus jugadores a Morelia, donde se mantendrán hasta que la situación en el municipio se normalice, según el presidente del equipo, José Miguel Ríos Méndez.
Testimonio
Juan Luis llegó al convivio organizado en un rancho del municipio de Charo, cercano a Morelia, donde se presentaría una página web y un periódico para apoyar la venta de lotes y agencias de autos usados en Michoacán. Días antes había recibido una llamada de otro lotero invitándolo al evento.
Era un domingo en los inicios de 2008 y las ventas no eran buenas en el sector, por lo que con el afán de mejorar el negocio y convivir con otros pares de Morelia, Uruapan, Pátzcuaro y Zamora, así como degustar unas carnitas, buen whisky y tequila gratis, llevó al joven comerciante a la boca del lobo.
“Cuando llegamos, muchos acompañados de familia, nos recibieron edecanes que nos pidieron los datos, nombre, teléfono, ubicación del lote o agencia, un aproximado de los vehículos y modelos que teníamos en exhibición”.
Adentro, mariachis y norteños amenizaban la fiesta, mientras los loteros planeaban estrategias para incrementar las ventas. De pronto se interrumpió la música, las puertas de la finca se cerraron y un grupo de hombres armados subió al templete.
“Uno a uno nos mencionaron, nos dijeron santo y seña de nuestros negocios, de cuántos hijos teníamos, el nombre de nuestras esposas, padres o hermanos. Nos fijaron una cuota semanal de acuerdo al tamaño del negocio o por venta de auto para pagarles a cambio de “protección” y nos advirtieron de las consecuencias de no cumplir”.
Juan, oriundo de La Barca, Jalisco, pero casado con una moreliana, tenía una década viviendo en Morelia y dos lotes de autos. Durante tres meses pagó la cuota a La Familia Michoacana. Pero decidió rematar los autos que le quedaban. Huyó al DF. Meses después retomó su negocio con un prestanombres para evitar ser ubicado.
