La estrella televisiva Kim Kardashian ha visto cumplido uno de sus mayores sueños al posar para la edición estadounidense de la prestigiosa revista VOGUE, donde aparecerá en la portada del número de abril.
Para ello, la hija de Kris Jenner ha tenido que desprenderse de sus ya características mechas rubias y ha devuelto a su cabello su color castaño natural, siendo esta una de las exigencias de Anna Wintour, editora jefa de la publicación y una de las encargadas de organizar el reportaje fotográfico que se ha llevado a cabo durante el pasado fin de semana en Los Ángeles.
“Kim Kardashian está realizando un reportaje fotográfico para VOGUE en Los Ángeles ahora mismo”, señalaba una fuente a la página web Jezebel.com.
La presión que ha ejercido el rapero Kanye West sobre Anna Wintour habría sido clave para que Kim adquiriera el protagonismo de la cabecera, sobre todo después de que el artista se quejara abiertamente de que la periodista, a quien considera su amiga, se hubiera decantado por la actriz Lena Dunham para ser el rostro de la portada de febrero.
A cambio de acceder a las peticiones del rapero, varios medios de comunicación estadounidenses han comenzado a informar sobre un hipotético contrato que la mediática pareja habría firmado con VOGUE para que esta tuviera total exclusividad sobre las fotografías de su boda, que tendrá lugar en París (Francia) el próximo verano.
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