El Papa Francisco recibió con una sonrisa y dio un besó a un niño de poco más de un año que iba disfrazado con la tradicional sotana blanca y la papalina de los pontífices durante el habitual paseo entre los fieles que realiza en la Plaza de San Pedro antes de comenzar la audiencia.
Como es habitual durante este paseíllo, los gendarmes que rodean el papamóvil donde viaja el Papa, le fueron acercando los niños y bebes para recibir la bendición y un gesto de cariño del papa argentino.
Pero el carnaval ha llegado también a la Ciudad del Vaticano, y entre los niños, los gendarmes acercaron a Francisco un niño de poco más de un año disfrazado de papa y que lloraba desesperado, y que arrancó una sonrisa al pontífice de Buenos Aires.
No es la primera vez que se ve a un “pequeño- Papa ” en el Vaticano, ya que este fin de semana circuló por las redes sociales una foto de una madre con su hijo pequeño que paseaba por la Plaza de San Pedro vestido con la sotana y la papalina blanca.
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