De acuerdo con la sexóloga Teresa Flores, en los años recientes los adolescentes han tenido mayor acceso a sitios de Internet pornográficos, por lo que pueden tener riesgo de padecer eyaculación precoz: “Cuando comienzan a ver pornografía, eyaculan en un tiempo estimado de dos minutos, principalmente por la prisa de no ser descubiertos. Este tipo de hábitos va generando una costumbre en el cuerpo, que evita que al tener una relación sexual, se logre una eyaculación en un tiempo apropiado para poder satisfacer a la pareja”.
Aseguró que con una conexión no apropiada, un joven podría ser capaz de ver 15 diferentes cuerpos desnudos en diez minutos, lo que al cabo de un año sería más de lo que probablemente los hombres en edad adulta habrán visto en su vida.
Agregó que al tener masturbaciones de manera constante, se pierden algunas de las estimulaciones fundamentales para mantener relaciones sexuales satisfactorias, una de ellas es no ejercitar los músculos que ayudan a controlar la eyaculación, como sucede con los ejercicios de Kegel, pues se evitan las contracciones para alargar la eyaculación y se busca la rapidez para llegar al clímax.
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