Son los partidos más importantes del torneo, sin embargo, estar en una final no es fácil para los jugadores, pues en muchas ocasiones el miedo a perder es más grande que las ganas de triunfar.
A pesar de ello, a lo largo de la historia han existido equipos que en las finales no se han guardado nada y con intensidad buscaron aniquilar al rival para quedarse con la corona del futbol mexicano.
Estos equipos han hecho vibrar a los aficionados mexicanos con tanta intensidad en los duelos por el título, que han quedado escritos en la historia de las finales más emocionantes de la liga nacional.
Recordémoslas.
Es la única edición del “Clásico de Clásicos” en una final.
En la ida, Águilas y Chivas empataron a dos goles, mientras que en la vuelta se vivieron episodios emocionantes, como el penal a favor de Chivas marcado al minuto 41′, que el arquero Héctor Miguel Zelada se encargó de detener; la expulsión del americanista Armando Manzo y los tres goles en el segundo tiempo que le dieron a los azulcremas su octavo título de Liga.
En la ida, las Águilas se impusieron 3-2, pero en la vuelta, Cruz Azul puso en aprietos al América haciendo temblar sus sueños de campeonato, sin embargo, gracias a una descolgada del brasileño Antonio Carlos Santos, rematada por Carlos Hermosillo, finiquitó el asunto a favor de los de Coapa. El duelo de vuelta finalizó 2-1 con global de 5-3 a favor del América.
Los aficionados de Pumas recuerdan este encuentro por el “Tucazo”, un riflazo de tiro de castigo de Ricardo Ferreti que definió el título para los Universitarios.
En la ida en el Estadio de Azteca, América se impuso 3-2, pero en la vuelta en Ciudad Universitaria, este gol del “Tuca” decantó la balanza hacia los Pumas, quienes se quedaron con el título por la regla de goles de visitante tras el empate global de 3-3.
Fue la primera final en los torneos cortos del futbol mexicano, y Santos consiguió en esta ocasión su primer campeonato.
Heridos 1-0 en la ida, en Torreón los Guerreros se impusieron 4-2 al Necaxa, entonces llamado “el equipo de la década”.
La polémica surgió entonces porque en el gol que le dió el título a los Guerreros, Jared Borgetti partió de una posición adelantada, sin embargo, el árbitro del encuentro, Arturo Brizio, dio válida la anotación.
Es por considerada por muchos aficionados mexicanos, la mejor final de la historia en la liga nacional. Un Toluca poderoso enfrentaba a un Atlas repleto de jóvenes que causaba sensación.
En la ida en el Estadio Jalisco, Diablos y Zorros empataron a tres goles, en un partido intenso de ida y vuelta. En la vuelta también empataron a dos, y todo se definió en penales: Toluca se impuso.
Un Pachuca sensación en aquél momento se midió al Cruz Azul que buscaba -desde entonces- su novena estrella.
Tras un empate a dos goles en el Hidalgo, tuvieron que irse a tiempos extras en el Estadio Azul para definir al campeón. En ese entonces la regla del “gol de oro” estaba vigente.
Fue Alejandro Glaría quien anotó el tanto del campeonato para el primer título de los Tuzos, entonces dirigidos por Javier Aguirre.
Monarcas, que se había metido a la liguilla desde del repechaje, retaba a los Diablos en la final por el título. En la ida en el Morelos, los purépechas ganaron 3-1, y aunque se veía difícil que Toluca remontara en su estadio, lo hizo.
Un 2-0 en el Nemesio Díez mandó el partido a tiempos extras y luego a la serie de penales en las que, siempre sí, Monarcas se quedó con el título.
En el Estadio Jalisco, Pumas y Chivas igualaron 1-1 y llegaron a Ciudad Universitaria para definir el título.
El encuentro finalizó sin anotaciones y nuevamente, se recurrió a la definición vía penales en las que un error de Rafael Medina en el quinto penal, le dio a los Universitarios su cuarto campeonato de Liga.
Cuando Cruz Azul perdió 2-0 en el duelo de ida en su propio estadio, todos pensaron que Toluca llegaría al Nemesio Diez a finiquitar el trabajo, pero no ocurrió así.
La Máquina dio un gran partido y le devolvió el 2-0 a los Diablos en tiempo regular para mandar la final al alargue y luego a los penales, en los que reinó el drama y se impuso Toluca.
Fue una final espectacular entre grandes rivales con un desenlace trágico para uno de ellos.
Cruz Azul, contra todas sus maldiciones, se impuso 1-0 en la ida y parecía haberle dado el tiro de gracia al América con otro 1-0 en el duelo de vuelta. Pero a cinco minutos del final, las Águilas volvieron con goles de Aquivaldo Mosquera y autogol de Alejandro Castro y mandaron el encuentro hasta los penales donde le arrebataron a la Máquina el trofeo que ya acariciaba.
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