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Kim Kardashian ha vuelto a subir a los altares, también a los de la fama, tras su reciente boda con el rapero Kanye West. Era su tercer enlace, tres años después de su segundo divorcio: en 2000, la desposó un productor musical, y en 2011 el jugador de baloncesto Khris Humpries. No obstante, sus gastos van en aumento: este último matrimonio le ha costado cerca de cinco millones de dólares.
La escalada social que ha protagonizado Kim Kardashian desde que en 2007 se consagró como “celebrity” con el programa de telerrealidad “Keeping up with the Kardashians”, donde en compañía de toda su familia mostraba su día a día a través de la pequeña pantalla, se ha convertido en un paradigma.
Kim, de 33 años, ha conseguido que todo el mundo hable de ella sin ningún logro que lo justifique. No es ni modelo, ni actriz, ni cantante, su fama se remonta a su nacimiento. Ella era originalmente la hija de Robert Kardashian, que fue abogado defensor de OJ Simpson en el juicio por el asesinato de su mujer. En 1978 se casó con Kris Jenner, la madre de Kim, aunque ahora sus progenitores hayan pasado a un segundo plano.
Sus hermanas, Kourtney, de 35, y Khloe, de 29, y su hermano Rob, de 27, también son parte de la multimillonaria saga a la que se han sumado dos hermanastras, Kendall, de 18 y Kylie, de 16, hijas del segundo matrimonio de su madre con Bruce Jenner, un ex atleta olímpico del que se separó en 2013.
Todos protagonizan “Keeping up with the Kardashian”, que estrena su décima temporada a mediados de junio, cuyo contrato -renovado en 2012- costó más de 30 millones de dólares.
El ascenso de Kim a la fama arrancó en 2007 con un vídeo porno casero que su ex, el rapero, Ray J, vendió a una web. La rencilla judicial que se originó reportó varios millones de dólares a la “celebrity” y un momento de gloria que ella y su familia supieron aprovechar.
Desde entonces su fortuna no ha parado de crecer, con tiendas, líneas de ropa y perfumes, entre otros negocios empresariales, aunque sin duda, lo que más dinero le reporta son las ganancias que recibe por las exclusivas en las revistas. Sobre todo las bodas han resultado ser un negocio muy lucrativo para ella, además de necesario, para amortizar los excesivos gastos de las mismas.
Hace unas semanas, Kim protagonizó su tercera boda, está vez junto al rapero Kanye West, con quien lleva saliendo desde 2012 y con el que tuvo a su primera hija, North West, el año pasado.
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